
La hacienda en pie ya supera los 1.000 pesos por kilo y la suba llega a las carnicerías. En la primera rueda comercial en Cañuelas y en Jesús María, tras las elecciones, los gordos alcanzaron esa cifra en algunos negocios. Desde el campo cuestionaron supuestas presiones para que los precios no superen esa barrera y el Gobierno lo negó.
Lo cierto es que en la última rueda comercial en el Mercado Agroganadero de Cañuelas previa al comicio, el precio de la hacienda de consumo cerró sobre los 1.000 pesos. Cuentan en el sitio Infocampo que entre los operadores del negocio aún está fresco el recuerdo del primer remate post-elecciones PASO, en donde las cotizaciones se dispararon más de 200 pesos en un día, situación que tuvo un fuerte traslado a los mostradores de las carnicerías.
Y este martes, todas las miradas estaban posadas en la apertura de la semana comercial en esa plaza. Y si bien los precios apenas superaron la barrera de los 1.000 pesos en novillitos y vaquillonas –una tónica similar a la semana pasada-, existieron una serie de factores que sumaron tensión a esta rueda comercial en Cañuelas.
Vale decir que en el segundo mercado de ventas físicas de hacienda más grande del país, que es el de la Sociedad Rural de Jesús María, el tradicional remate de los lunes ya había marcado un valor de $ 1.000 para novillitos y vaquillonas, con un aumento de hasta $80 en una semana.
Según pudo reconstruir Infocampo a partir de testimonios de operadores del negocio, existió un llamado, del que no se referenció el origen, en el que exigieron que en las ventas, la cotización del consumo no debía superar los $1.000.
Por ejemplo, la Confederaciones de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), emitió un comunicado en el que afirmó que “repudia y rechaza cualquier actitud insensata e intimidatoria, que interfiera con el libre desarrollo del Mercado Agroganadero de Cañuelas”.
A partir de los rumores, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, buscó desmarcarse de esta situación y negó rotundamente que, si hay presiones, sea el Gobierno el que las esté realizando.
“Nunca hemos actuado presionando ni amenazando a los actores del mercado ganadero para fijar los precios de la carne, ni a ningún otro actor del sector”, remarcó.
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