La demanda mundial de carne vacuna se sigue afirmando, no afloja. La situación mejora los precios de la carne que se vende a Europa y también a China. Esto se da en un contexto de restricción de la oferta local por el cepo exportador impuesto por los funcionarios nacionales, que prefieren que se pierdan negocios con el exterior para supuestamente mantener así controlados los precios internos. En definitiva, les hacen pagar a los privados el costo del negocio de la política.
En China pasó el año nuevo lunar y se supone que deberíamos estar transitando el período del año con menor nivel de demanda de carne, pero su interés por el producto no afloja, publica Bichos de Campo.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) previó en el inicio del año que el gigante asiático compraría por 3,25 millones de toneladas en 2022, casi 10% más que el año pasado, aunque a juzgar por el comportamiento que viene demostrando el mercado las compras podrían ser mayores.
El analista uruguayo Rafael Tardáguila indicó que “China no hizo ninguna pausa luego del año nuevo y su interés sigue alto. En enero volvió a posicionarse como el destino prioritario para la carne brasileña”.
Por su parte, el consultor local Ignacio Iriarte graficó la situación con otro dato que da cuenta también del interés por la carne de mayor calidad: “En noviembre Estados Unidos exportó a China 2.151 toneladas de cortes vacunos enfriados, a un precio promedio de 16.350 dólares por tonelada”, valores que superan incluso los que tiene la cuota Hilton.
Muy lejos todavía de ese tipo de negocios, los precios de la exportación a China se reflejan aquí en los valores de las vacas. Los valores promedio de los primeros días de febrero indican una suba del 60% interanual respecto de igual fecha del año pasado.
Además, los valores se reflejan en los precios de la carne que se suele exportar a China, y que alcanzan a cerca de 8.000 dólares la tonelada por garrón y brazuelo y a 6.000 dólares por sets de otros cortes. En el caso del garrón y brazuelo, ese corte registra un incremento del 40% con respecto a la burbuja de precios de fines de 2019.
También están mejorando los precios de la cuota Hilton y de los novillos que se utilizan para confeccionar ese tipo de cortes vacunos para Europa. En el caso de la carne que se vende en el marco de ese cupo los valores superan los 14.000 dólares la tonelada y los novillos se venden entre 460 y 470 pesos el kilo de carne en gancho, lo que significa 280 pesos el kilo vivo en pie y 10% más de lo que paga la demanda que atiende al consumo interno.
Se trata de precios buenos medidos en el dólar paralelo, pero además son los más altos de la región Mercosur. Esto afecta la competitividad de la industria local y exportadora que debe operar con un dólar retrasado, sobre el cual además se calculan las retenciones.
Según las estadísticas del IPCVA el novillo en Argentina vale 4,60 dólares, le sigue Uruguay con un valor de 4,45 dólares y luego Brasil con un precio en gancho de 3,80 dólares.
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