Las pérdidas de cosecha son un factor que el productor, por lo general, deja para lo último entre sus labores de preparación de la recolección de granos. Y sabido es que, desde el punto de vista del cabezal, un implemento en mal estado o regulado genera hasta el 70% de las pérdidas. “Muchas veces, se regula muy bien la cosechadora pero hay que abrir bien los ojos al regular el cabezal. Porque por ahí se van muchos granos”, contó a Campo en Acción Gabriel Rizzoti.