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La designación de Bahillo

Saber escuchar, una cualidad que cotiza alto en la política nacional

Bahillo construyó un vínculo sólido con Busso y Costamagna, en la Región Centro.
Bahillo construyó un vínculo sólido con Busso y Costamagna, en la Región Centro.
02/08/2022 19:18 hs

La designación de Juan José Bahillo al mando de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de la Nación a casi todos agarró por sorpresa. Que está a la altura de la circunstancia pocos lo dudan en el sector. La gestión de estos últimos dos años en la cartera productiva provincial sirve para entender que el tambero de Gualeguaychú está dotado de la vocación de poder suficiente para establecer líneas de diálogo más allá de las diferencias.

Lo sorprendente es que, por norma, los principales cargos nacionales les son ajenos a los políticos entrerrianos. Sobran los dedos de ambas manos para enumerar coprovincianos protagonistas del Poder Ejecutivo Nacional, desde 1983 a esta parte. En consecuencia, Bahillo viene a achicar esa brecha con su nombre.

Por lo demás, al exintendente le caben las generales: conoce al sector, en Entre Ríos gestionó con territorialidad, construyó políticas públicas en acuerdo con los representantes del agro y su industria y, con sus más y sus menos, tiene relaciones ya establecidas con los popes que dominan la escena nacional. Y, quizá lo más importante, llega con el visto bueno de Sergio Massa, el nuevo hombre fuerte de la política Argentina, y el respaldo decidido del gobernador Gustavo Bordet, e incluso sus colegas de la Región Centro.

En definitiva, por lo pronto nadie dice está boca es mía y desde la Mesa de Enlace todos le extienden una primera palabra de aliento al novel funcionario. Por el pago chico, José Colombato, de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos, dijo que “Bahillo habla y responde a los requerimientos, con él se diluyó el concepto de que para el gobierno el campo es enemigo. Él rompió con eso y lo veo positivo. Tendría que ser lo normal pero en este país es muy anormal”.

Elvio Guía, de Federación Agraria, aportó que “con Bahillo tenemos un diálogo fluido siempre y hemos trabajado en muchas cosas en conjunto, tenemos algunas diferencias, sobre todo en la cuestión de la velocidad del Estado, pero puede ser una gran ventaja para la provincia. Conoce a todos los sectores, pollo, arroz, cítricos dulces, y eso siempre juega a favor”.

Desde el ámbito nacional, el también entrerriano y presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Jorge Chemes, señaló que “Bahillo es un hombre conocedor del campo. Es productor. Sabe cuáles son las necesidades del sector agropecuario. Más allá de que el cambio de funcionarios genere expectativas, acá lo importante es que el Gobierno cambié su perspectiva y visión sobre el campo, no solo como una fuente de recursos fiscales. Ojalá tomen nota y se den cuenta del camino correcto para el crecimiento del país”.

Y Alfredo de Angeli aportó lo suyo desde su posición de senador nacional macrista al determinar que “la designación de Bahillo está muy bien, es un conocedor del campo. El tema es conocer cuál será la política de este gobierno".

Sin embargo, a pesar de tantos buenos augurios, ya hay una certeza: el área específica del agro perdió jerarquía institucional al pasar de Ministerio a Secretaría y los jefes de las gremiales coincidieron al señalar esa decisión como un gesto de la importancia que le asigna el gobierno a la actividad.

Y poco falta para que en la provincia suene el mismo discurso, atento que en esta etapa post Bahillo la cartera productiva entrerriana perderá en los hechos rango ministerial. Lo más delicado es resolver la sucesión: la gestión del exdiputado provincial fue tan territorial que dar con otro dirigente de similares caracteríticas no será tarea sencilla; pocos dan con la talla si el plan es mantener las exigencias.

La designación de Bahillo

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