Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido Actualidad
Plagas

Registran los primeros ataques de oruga bolillera

La planta debilitada por falta de agua es el lugar ideal de la oruga.
La planta debilitada por falta de agua es el lugar ideal de la oruga.
25/12/2020 09:06 hs

En la zona núcleo hay preocupación en los productores por presencia de oruga bolillera en soja. La falta de lluvias en algunas zonas del país agudizaron el alerta y su aparición exige dar un paso adelante. ¿Cuándo y cómo conviene tratar?

Es que cuando las condiciones de estrés comienzan a ser más marcadas, se manifiesta un debilitamiento de la planta de soja, el cual es aprovechado por la bolillera para oviponer en las partes tiernas de la misma, ofreciendo un hábitat más seguro y una supervivencia mayor.

Los adultos ponen huevos en la base de los brotes y las larvas recién nacidas se dirigen inmediatamente a los foliolos nuevos. Cuando estos se encuentran en condiciones de estrés, permanecen plegados mucho tiempo y la larva allí dentro está menos expuesta a condiciones climáticas adversas y a predadores.

Helicoverpa gelotopoeon es una plaga con altos niveles de poblaciones que genera problemas en el cultivo de soja, tanto en los primeros estadios vegetativos como cuando está formando sus granos.

“Hay mucha presencia de bolillera. Es fundamantal comenzar a tratar estos lotes para no correr riesgos“, sostuvo el ingeniero agrónomo Mariano Luna, especialista del INTA.

En ese sentido, su par, Diego Alvarez, asesor privado y docente en la Universidad de Buenos Aires, habló de umbrales recomendados para el control. “Se recomienda hacer las muestras que correspondan de acuerdo a las hectáreas que tenga el lote”, dijo.

Por ello, recomienda aplicar con tres muestras obtenidas en 10 hectáreas; seis muestras en lotes de 10 a 30 hectáreas; nueve muestras de 30 a 50 hectáreas, y si en la recorrida se obtienen 12 muestras en más de 50 hectáreas.

“Para observar las plantas es preciso usar la metodología de barrenador, es decir revisar abriendo brote por brote”, puntualizó Alvarez.

Los daños de esta plaga en soja pueden ser variados, produciendo uno u otro según el estado de desarrollo en el que se encuentre el cultivo. En particular se presentan 2 tipos de daños bien definidos. Por un lado daños indirectos (Defoliación y Corte de brotes) y por otro daños directos.

Las larvas desde su nacimiento permanecen dentro de los brotes durante el primer par de estadios, produciendo sólo daños leves o a lo sumo moderados.

Estas, al hacerse más grandes y con mayor capacidad de ingesta, salen de los brotes plegados donde se encontraban y comienzan a producir daños de corte de importante impacto sobre el cultivo, cortes que realiza tanto en brotes como en pecíolos y tallos tiernos.

El monitoreo es siempre la primera medida recomendada para controlar la presencia de bolillera, como de cualquier otra plaga o maleza. Monitorear cada lote en particular es clave, a fin de determinar presencia y medidas de control. El monitoreo y respetar los umbrales será la clave de éxito en el control de esta plaga.

Por su parte, según Aapresid, el éxito de control depende de la buena calidad de aplicación. En bolillera, esto es gotas chicas y protegidas con adyuvantes, que permitan lograr buena cobertura y penetración.

“Si la soja está en estado posterior a V3 conviene usar insecticidas de largo poder residual y protectores de la fauna benéfica, de acción translaminar y con sistemia de tallos a brotes”, dicen en Aapresid. Es el caso del grupo de insecticidas de las Diamidas antranílicas. Se recomiendan aplicaciones a partir de V4 a fin de no resignar residualidad por aplicaciones en soja con escasa área foliar.

Fuente: ABCRural

Plagas Manejo soja

Envía tu comentario

Teclas de acceso