Varios meses después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometiera a su par de los Estados Unidos, Donald Trump, que iba a permitir el ingreso a su país de trigo de otros orígenes que no fueran del Mercosur, reduciendo a 0% el arancel externo común (AEC) del Mercosur, se cumplió la medida en el principal socio de este bloque regional. La situación está lejos de ser una buena noticia para la Argentina, que históricamente fue la gran proveedora del cereal que necesitaban los molinos brasileños. Pero lejos está de ser dramática.
En marzo pasado, mientras discutían la apertura de Estados Unidos a la carne brasileña, Bolsonaro prometió a Trump la apertura de una cuita de 750 mil toneladas anuales de trigo libre de aranceles extra-Mercosur, que son en este caso del 10%. Esto implica que Brasil habilitó una ventana para que el trigo de otros países de fuera de la región ingrese libre de impuestos, tal como sucede con el cereal que proviene de socios del Mercosur. Una ventana, porque esas 750 mil toneladas implican solo el 10 o 15% del trigo que importa cada año el vecino país. Unas 5,5 millones de toneladas son usualmente aportadas desde la Argentina.
Explicó un informe de la Fundación INAI que “la función del AEC ha sido principalmente la de tener una política arancelaria coordinada para la mayoría de los productos frente a terceros países, favoreciendo el comercio intra regional a expensas de las importaciones provenientes por fuera del bloque”. Fue así que durante muchos años “dentro del sector agrícola argentino uno de los productos que se ha beneficiado de esta situación ha sido el trigo, que encuentra en el mercado brasileño su principal mercado de exportación”.
El AEC del 10% (en toros productos más sensibles trepa hasta 32%) le brindo al trigo argentin un beneficio adicional en relación a otros trigos de fuera del bloque. Los países que perdían por esta situación son básicamente Estados Unidos, Canadá y Rusia.
Ahora sucedió que el gobierno de Brasil informó oficialmente la apertura de un cupo libre de aranceles por fuera del Mercosur para la compra de trigo en la nueva campaña 2019/20. La publicación de la página del ministerio de Agricultura brasilero indica que la cuota es de 750 mil toneladas al año con una tasa del 0% que regirá durante un periodo indefinido.
La medida fue finalmente aprobada en una reunión del Comité Ejecutivo de Gestión de la Cámara de Comercio Exterior (Gecex / Camex) celebrada en Brasilia, a propuesta del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil.
Los países que podrán acceder a la cuota, según indica el comunicado oficial brasileño, son todos los que no tengan actualmente un acuerdo comercial que establezca un libre comercio del producto. Además detalla que esta cuota es equivalente al 6% del total del trigo que consume Brasil al año.
La Argentina produjo en la temporada 2019/20 un volumen récord de 21 millones de toneladas de trigo, y como su consumo interno es de 6 millones de toneladas, el saldo exportable se ubica en torno a 15 millones de toneladas. Hasta fines de septiembre, según datos oficiales, ya había exportado más de 10 millones de toneladas de ese saldo, y se estima que no habrá problema en colocar remanente hasta que comience a ingresar la nueva cosecha, que se estima en 19 millones de toneladas.
El trigo en la Argentina se cosecha entre noviembre y enero, por lo que esta novedad -que en los hechos implica mayor competencia para el cereal de origen nacional en su principal mercado- podría provocar alguna baja en los precios locales, justo cuando se inicia el ingreso de la producción.
Fuente: BICHOS DE CAMPO
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