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Clima

Los rendimientos en trigo estarán limitados por el déficit hídrico

El monitoreo y mediciones de agua es la tarea del momento.
El monitoreo y mediciones de agua es la tarea del momento.
25/08/2021 19:25 hs

Por la baja disponibilidad de agua en el suelo y las capas freáticas, los rindes del cereal en las regiones subhúmedas serán, en promedio, un 27 % menos. Además, brindan una serie de recomendaciones y estrategias de manejo para los cultivos de verano que permitirán optimizar el uso del recurso agua y evitar pérdidas.

Si bien las lluvias promedio en el invierno son deficitarias y resultan escasas en la mayoría de los años, la actual campaña se presenta con una menor disponibilidad hídrica que en las anteriores. Esto se debe a una baja recarga por precipitacions otoñales y un marcado descenso en el nivel freático en algunas zonas de la región pampeana.

Frente a este contexto de déficit hídrico, desde el INTA señalan la importancia de medir y conocer la cantidad de agua almacenada en el perfil de suelo y la profundidad y calidad de la capa freática. Es que, esta evaluación cuantitativa permite diseñar pautas de manejo que optimicen su uso en los sistemas de producción.

De acuerdo con Mirian Barraco, si bien el rendimiento potencial del trigo depende, primariamente, de la radiación y la temperatura, en regiones subhúmedas –como el noroeste de Buenos Aires, sudeste de Córdoba y noreste de La Pampa– obedece a la disponibilidad de agua durante el ciclo. En este sentido, no dudó en confirmar que “se encuentra fuertemente limitado”.

Horacio Videla Mensegue fue más allá y reconoció el impacto: “Por la baja disponibilida de agua, los rendimientos en trigo podrían llegar a ser, en promedio, un 27 % menores, de acuerdo a las estimaciones realizadas con modelos ajustados para la región”.

Además, detalló que un 37 % de los lotes mostraron contenidos de agua disponible que superaban la capacidad de retención de agua de los suelos, lo que evidenciaba un potencial aporte de napa para los cultivos o la presencia de capas de tosca mas o menos compactas que generan falsas napas. Por otra parte, sólo en el 18 % de los lotes se observó una importante cantidad de agua acumulada por debajo del metro de profundidad.

Asimismo, ambos especialistas reconocieron que la cantidad de agua almacenada dependerá de la capacidad de retención de los suelos, de las lluvias previas y factores de manejo tales como el cultivo antecesor, cobertura del suelo, manejo de los barbechos, entre otros.

“En esta región predominan suelos de textura franco, franco arenosas a arenosa francos con moderada retención y, en algunos casos, limitados por la presencia de capas subsuperficiales arcillosas o mantos de tosca a profundidades variables que condicionan el espesor de suelo a explorar por los cultivos”, explicó Berraco.

Frente a un panorama de persistencia del défici hídrico, los especialistas coincidieron en la importancia de realizar constantes monitoreos y mediciones del agua disponible en el suelo y las capas freáticas.

Estrategia a largo plazo: lo que se viene

Los últimos informes climáticos indican una alta probabilidad de ocurrencia del fenómeno La Niña, lo que persistiría el actual contexto de déficit hídrico. Frente a este panorama, ambos especialistas coincidieron en la importancia de realizar constantes monitoreos y mediciones del agua disponible en el suelo y las capas freáticas.

“Conocer el agua disponible permitirá diseñar estrategias de manejo que optimicen su uso en los sistemas de producción y permitan reducir el impacto”, indicó Barraco, mientras que Videla Mensegue destacó la necesidad de realizar un adecuado manejo de la fertilización nitrogenada y fosforada, así como implementar fungicidas preventivos para resguardar el área foliar del cultivo.

Por su parte, Barraco recomendó para el diseño de la próxima campaña, tener en cuenta la demanda de agua de los cultivos que se implantarán y, en este sentido, optar por siembras más tardías, tanto en el caso de las rotaciones con maíz como las de soja en lotes con baja disponibilidad hídrica.

“Es clave tener en cuenta la disponibilidad de los recursos agua y nutrientes con los que se cuenta a campo a fin de tomar las mejores decisiones para evitar condicionar los rendimientos”, sentenció el técnico.

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