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Jorge Venturino

“A la influenza aviar la conocemos bien pero no la padecimos; los granjeros deben ser conscientes"

El experto propone elevar aún más los estándares de seguridad en las granjas.
El experto propone elevar aún más los estándares de seguridad en las granjas.
20/12/2022 16:49 hs

Muchísimas cosas se hicieron en favor de la avicultura entrerriana desde el día que un grupo de colono suizos ingresaron a San José las primeras aves de granja con destino comercial, en julio de 1857. A 165 años vista, el sector jamás dejó de avanzar y hace tiempo que se distingue como la principal economía regional, con un excelente despliegue territorial que impacta decididamente en la generación de empleo en granjas e industrias.

Y hoy es tiempo de hacer un esfuerzo especial para proteger esa fuente de trabajo para más de 22.000 personas que viven en Entre Ríos: la influenza aviar es un flagelo que debe ocupar la atención de los productores y todo aquel que esté ligado al sector, incluso los consumidores. Sin necesidad de desatar alarmas fuera de lugar, lo cierto es que la enfermedad se acerca al país como nunca antes y tal situación merece tomar previsiones.

Jorge Venturino abordó el tema con Campo en Acción, en el aire de radio Nacional Paraná, y dijo que “los productores deben ser conscientes porque no existen vacunas, la única forma de protegerse es con alerta sanitario para estar atentos a los síntomas en aves silvestres, caseras y comerciales. Al ver cualquier cosa que resulte extraña, deben dar aviso a las autoridades”.

El veterinario, especialista en avicultura y asesor privado con actividad en el continente, propuso que los granjeros eleven un poco más sus estándares de seguridad. Pide mantener las granjas cerradas, que nadie entre a los establecimientos a menos que sea estrictamente necesario y que las personas y vehículos que lo hagan sean debidamente sanitizados.

“Argentina exporta carne aviar a 40 mercados en el mundo, lo que impacta en alrededor del 15% de la producción total y en algún momento fue incluso más”, aportó Venturino como para poner en valor lo que hay en juego en materia económica. Sin hablar de lo más importante: que la influenza aviar es transmisible al hombre.

“No hay que ser alarmistas” dijo el experto y remató con que “el hecho amerita estar prevenidos”. Especificó que por primera vez adquirió dimensión continental en América. Entró por el norte, está bajando y ya llegó a Perú con grandes mortandades en aves marinas; incluso hay datos de que está presente en el norte de Chile.

Para poner las cosas en contexto, Venturino repasó rápidamente que el flagelo en cuestión pegó fuerte en Hong Kong durante la década de 1990; al principio de este siglo volvió a acechar, pero se mantuvo lejos de este rincón del mundo; lo mismo que en 2006, cuando se diseminó en Europa. “A la influenza aviar la conocemos bien, pero no la padecimos” sentenció, poco antes de precisar que “hay que tener mucho cuidado porque afecta al ser humano. Este virus ha generado muchos millones de aves muertas y 500 personas perdieron la vida por ella en los últimos 25 años”.

Queda claro que preservar el estatus sanitario del país como libre de la enfermedad es clave. En cuanto a comercio se suma que los industriales del Viejo Continente no pueden exportar por padecerla y esa situación combina con que Ucrania, quinto productor mundial, desapareció del mercado internacional como resultado de otra tragedia, su guerra con Rusia. Ese mosaico de problemas abre una ventada de comercialización para Argentina que sólo se potencia si el sector está sano y sólido. El experto, ante una consulta en tan sentido, subrayó que el mercado se mantiene, con altibajos, pero sigue traccionando a la economía de manera decisiva.

Jorge Venturino

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