El umbral de inversión agrícola de este año en el campo entrerriano llega a los 1.000 millones de dólares, de acuerdo a estimaciones logradas desde la Bolsa de Cereales y el INTA.
La información divulgada desde ambas instituciones este viernes indica que lograron tal número considerando el promedio de área sembrada de los últimos cinco años entre los principales cultivos; 2,282 millones de hectáreas totales. El 35% de esa superficie se destinó a soja de primera y 18% a la de segunda; 19% al maíz en sus dos versiones; 20% a trigo; 5% al sorgo; y 3% para el arroz.
En cuanto a la inversión de capital de trabajo por cultivo, utilizaron datos publicados el último año en los boletines económicos de las dos instituciones y la Fundación Proarroz. Además, toman los costos totales de labores e insumos, como forma de aproximar las erogaciones en primera instancia, asumiendo los riesgos de la decisión de producción de estos cinco cultivos. Hay que precisar que no calcularon costos de alquiler, ni de cosecha, ya que, fundamentan, la trilla es una decisión que debe ser tomada a posteriori en base al rendimiento y no al esfuerzo de inversión previo.
Así, concluyen que llegan a los 1.000 millones ponderando la superficie y el costo total de los principales cultivos tomando los costos en dólares de la campaña anterior.
El informe de la Bolsa e INTA resulta de una estrategia de generación de información que facilite al sector privado y público la toma de decisiones, dando mayores elementos de juicio, con metodología y una práctica periódica de relevamiento de información, desde la experiencia de ambas instituciones.
Su finalidad es proveer datos relacionados al esfuerzo de inversión que el sector privado agrícola, a través del conjunto de más de 10.000 empresas, realiza en la producción de trigo, soja, maíz, sorgo y arroz en la provincia de Entre Ríos.
Para su confección, se parte de consolidar la información generada por ambas instituciones, de las superficies sembradas de los principales granos en la provincia de Entre Ríos en los últimos años y de los costos totales por hectárea, de labores e insumos de cada cultivo del último año, ubicando dicha información en el contexto de la campaña actual.
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