
El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó al país un préstamo de 100 millones de dólares para mejorar la productividad y la comercialización de su producción agroindustrial, con enfoque de adaptación al cambio climático. En rigor, se trata de un puñado de monedas en comparación de las millonarias inversiones necesarias en tal sentido.
El plan es, nada menos, incrementar la cobertura y calidad de los servicios de infraestructura rural pública en relación con irrigación, electrificación, conectividad digital, caminos, manejo de fuego y comercialización.
La operación también contribuirá también, -o a eso aspiran-, a fortalecer las capacidades de almacenamiento de material genético vegetal y animal en el banco de germoplasma del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
El préstamo favorecerá la adopción de tecnologías que fomenten la sostenibilidad ambiental, la adaptación al cambio climático y la rentabilidad económica por parte del pequeño y mediano productor agropecuarios y de mipymes agroindustriales.
"El papel del sector agroalimentario es crítico para Argentina por su contribución a la seguridad alimentaria y por ser un sector económico competitivo en un contexto macroeconómico frágil; el sector, que representa el 9,1% del Producto Interior Bruto (PIB), enfrenta importantes desafíos y su crecimiento se ha estancado en los últimos años", indicaron desde la entidad, según consignó la agencia Telam.
Asimismo, observó que "existen aún brechas significativas de productividad entre las distintas provincias del país; la agricultura, ganadería y cambio de uso de suelo son el segundo mayor sector emisor de gases de efecto invernadero (GEI) en el país".
Se espera que este programa beneficie de forma directa a casi 25.000 productores y usuarios rurales, mipymes agroindustriales, asociaciones y cooperativas de productores rurales.
Envía tu comentario