Un aumento en el porcentaje de mezcla con el biodiésel aliviaría los problemas de oferta del combustible renovable y mejoraría la matriz energética.
Una nota de Alejandro Rollán en el sitio especializado MAQUINAC, destaca una experiencia que se realiza desde hace siete años, en el establecimiento La Esperanza, ubicado en Pasco (Córdoba), en ese lugar, Hernán Berti utiliza 100% de biodiésel para todo su parque de maquinaria agrícola, que incluye dos cosechadoras Case IH y siete tractores de la misma marca, con potencias que van de 80 y 240 HP. Además de los vehículos de logística
Al combustible lo elabora en su propia planta, a partir de la soja que produce dentro de su rotación agrícola. Desde que comenzó a utilizar el biodiésel al 100% lleva ahorrados más de un millón de litros.
La experiencia del productor cordobés podría multiplicarse por miles en Argentina.
No obstante, sin llegar a estos valores absolutos, la mezcla de gasoil con más porcentaje de biodiésel ayudaría a descomprimir la demanda estacional del combustible fósil y hacer más amigable la combustión para el medio ambiente.
En los últimos años, siempre que se instala en el mercado doméstico el faltante de gasoil para las actividades agropecuarias, la posibilidad de aumentar la participación del combustible verde en su mixtura con el diésel cobra fuerza.
Lo concreto es que, desde el punto de vista de la tecnología que motoriza a la maquinaria agrícola, las posibilidades están dadas.
Sólo resta adoptar la decisión de aumentar esa participación, como lo viene haciendo de manera estratégica Brasil.
De cara a los próximos años, el vecino país mantendrá su apuesta por la producción y el uso de los biocombustibles, como parte central de su proceso de cambio de su matriz energética.
El plan prevé avanzar del actual 13% (B13) de mezcla del biodiésel con el gasoil hasta el 15% (B15) en 2025, al ritmo de un punto porcentual por año.
Eso significaría, según datos del gobierno brasileño, pasar de una producción nacional de biodiésel de 6.300 millones de litros a más de 10.000 millones de litros en 2026. Además, se prevé una reducción de las compras de gasoil al exterior de 4.000 millones de litros en 2025.
Ni hablar de la importancia que tienen la mezcla en Estados Unidos, donde se está en un nivel B20 (30%) ya acordado, con miras mezclas B30 (30%), B50 (50%) e, incluso, B100 (100%) para cumplir con los compromisos de descarbonización.
Argentina
En Argentina, mientras tanto, la política de uso de los biocombustibles no termina de aunar todos los intereses que involucra la cadena.
En agosto de 2022, la promoción de los biocombustibles en el país tuvo un retroceso.
La ley sancionada y vigente hasta diciembre de 2030 estableció un corte con biodiesel del 5% para el gasoil, mientras que el régimen anterior promovía una mixtura del 10%.
En los últimos días, y a raíz del faltante de gasoil en el país, el Gobierno comenzó a analizar la posibilidad de subir el porcentaje de mezcla.
El año pasado, cuando la escasez del combustible derivado del petróleo se presentó durante la cosecha de los granos gruesos y la siembra de trigo, el Gobierno decidió incrementar el corte del 5% al 7,5%.
Ahora, en la actual coyuntura, se especulaba con la posibilidad de llevar la mezcla al 12,5%, en un intento por aliviar el ritmo de demanda en las petroleras y de gasto en importación del combustible refinado.
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