En apenas 8.000 hectáreas se expande el lino entrerriano producido en la actual campaña. Parece poco pero expresa un 21% más que el ciclo anterior. Muy lejos de las ya míticas 800.000 hectáreas lineras que supo tener la provincia cuatro décadas atrás.
Si se analiza la evolución de la superficie sembrada entre los ciclos 2015/16 y 2024/25, el presente ciclo se ubicó por debajo del promedio de la última década, que fue de 9.765 hectáreas, con un mínimo de 5.500 ha en 2019/20 y un máximo de 15.600 hectáreas en 2015/16.
Para la Bolsa de Cereales, la presenta campaña tuvo algunos inconvenientes para la siembra de lino. En primer lugar, al inicio de la siembra, la baja cotización hacía prever una intención de siembra reducida y, además, la calidad de las semillas disponibles estaba asociada a un reducido poder germinativo.
Sin embargo, posteriormente se registró una leve mejora en los precios. A ello se sumó el elevado rendimiento de indiferencia del trigo, lo que brindó una oportunidad de expansión al lino, especialmente en zonas más marginales para el cereal.
El 61% de la superficie destinada al lino se concentró en los departamentos: Villaguay, La Paz y Tala que abarcaron un área total de 4.900 ha.
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