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Dan cuenta de un paquete de estrategias para recuperar el pasto

El que inicia será un duro invierno fruto de la falta de forraje. Foto archivo
El que inicia será un duro invierno fruto de la falta de forraje. Foto archivo
21/06/2023 16:44 hs

La sequía sufrida en las últimas campañas agrícolas impactó en los principales cultivos y en la oferta forrajera de la región. El cambio del escenario climático -con mejores previsiones para la agricultura- encuentra más complejidades en el caso de la ganadería.

Según un informe elaborado desde INTA, “la producción forrajera de los pastizales naturales y las pasturas perennes se encuentran altamente degradadas debidas a la pérdida de plantas, con la consecuente disminución de la producción de materia seca, sumado en muchos casos al sobre pastoreo durante estos años por la necesidad de forraje”.

En relación con los rodeos, Juan Mattera explicó que se registraron bajas ganancias de peso y bajos índices reproductivos. “En muchos casos se apeló a la liquidación de animales y achicamiento de los planteles para ajustar la carga animal a la receptividad de sus campos”, indicó.

Por otro lado, a causa de la falta de humedad en los perfiles del suelo, la siembra de verdeos de invierno se vio retrasada, y reestablecida, paulatinamente, a medida que los índices de precipitaciones se fueron restituyendo.

“En este caso, el productor deberá atrasar el primer pastoreo, y si aún no sembró, se encuentra en la fecha límite para realizarlo. En el caso de la siembra en primavera, se advierte que debería implementarse con buen paquete de herbicidas para controlar la competencia de las malezas en pasturas como la alfalfa. En estas siembras las plantas presentan un mayor crecimiento aéreo en desmedro del crecimiento de las raíces. Por lo que será es importante tener en cuenta las previsiones climáticas, ya que un verano seco y con altas temperaturas podría afectar negativamente las pasturas al tener un menor desarrollo radicular”, expresó Ezequiel Pacente.

En este escenario, para incrementar la oferta forrajera y disminuir la necesidad de incorporar rollos y fardos, se puede recurrir a la fertilización nitrogenada. “El productor puede fertilizar los verdeos anuales al momento de macollaje y las pasturas de gramíneas perennes entre el final del invierno o principio de primavera”, señaló Agustina Lavarello Herbí; y agregó: “hay que contar con condiciones de humedad que favorezcan la respuesta a la fertilización y también adecuar la carga animal para aprovechar el incremento de forraje”.

“Las condiciones particulares de este año pudieron haber generado acumulación de nitratos en los recursos forrajeros que los haga potencialmente tóxico para el ganado”, indica el informe acerca del triste evento sufrido en varios campos entrerrianos que derivaron en la muerte de vacunos .

Para esquivar esta situación, “se recomienda realizar un monitoreo de los forrajes, y observar si presentan una coloración verde azulada. La mayor concentración se encuentra en los tallos y bases de las plantas, especialmente en estadios más tempranos”, explicó Mattera y recomendó también estar atentos a “las primeras horas de pastoreo ya que serán claves para observar que no haya inconvenientes en el ganado y que no presenten dificultades respiratorias que indiquen toxicidad”.

Por último, Mattera recomendó “realizar pastoreos más livianos, evitando consumir la parte inferior de las plantas, en momentos más tardíos del ciclo de vida de la pastura, para reducir, de esta manera, los riesgos.”

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