Tras los daños detectados en cultivos con tecnología Bt durante la última campaña, especialistas detallaron pautas para fortalecer la prevención: adopción de refugios, rotación de cultivos y modos de acción, monitoreo frecuente y control de malezas hospederas. Las medidas buscan anticipar daños y sostener la eficacia de las tecnologías.
Un equipo integrado por expertos de Senasa, INTA e Inase acercan a los productores una serie de recomendaciones con el objetivo de fortalecer las acciones de prevención y continuar desarrollando estrategias de manejo integrado de plagas en soja y maíz.
Los organismos públicos, dependientes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, recomiendan implementar planes de Manejo Integrado de Plagas (MIP) para proteger los cultivos y sostener la productividad del sector, ya que representa un valor estratégico para la cadena agropecuaria, tanto por su impacto económico como por su contribución a la sustentabilidad del sistema productivo.
Asimismo, se sugiere a los productores la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), entre las que se destaca la adopción de refugios (cultivares convencionales); rotación de cultivos y de modos de acción de insecticidas autorizados por el Senasa; monitoreo frecuente de los lotes para detectar cambios en el comportamiento de las plagas; y mantenimiento de lotes libres de malezas, que pueden actuar como hospederos alternativos.
Estas herramientas permiten planificar e implementar acciones de manejo oportunas para mitigar daños, controlar poblaciones con pérdida de susceptibilidad y contribuir a la sustentabilidad del sistema agropecuario, en beneficio de productores y consumidores.
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