La combinación de buenos precios internacionales, con una cosecha aceptable y la reducción de aranceles a la exportación hicieron posible que el sector apícola entrerriano recorra una coyuntura dominada por el optimismo.
Jorge Pitter, de la Cooperativa Apícola del Paraná, contó a Campo en Acción que en materia productiva 2020 les dejó un dulce sabor: “Nos recuperamos de tres años malos y la actual temporada sigue el alza”. Aventuró que la cosecha media estará por encima de los 30 kilos por cajón, mucho más de los 25 de techo logrados en temporadas recientes. Y si se suma que la cotización oficial es de 250 pesos el kilo, 145 por encima de lo que cobraban un año atrás, se comprende que el optimismo tiene fundamentos.
Y el mercado de exportación también se exhibe entonado, tanto que el hombre confía en sacarle el jugo con negocios que beneficien a los 24 productores que integran la entidad y que generan riqueza a partir de 9000 colmenas activas. Es que logran volumen, variedad y calidad para cumplir con las exigencias. Dejó saber que, incluso, cuentan con un flamante departamento de calidad donde diferencian sus materias primas por origen botánico, color y calidad orgánica. El fruto viene de campos ubicados en zonas favorables para la apicultora dado que abundan las pasturas naturales y los montes. Tienen apiarios en Feliciano, Federal, La Paz, Paraná, Villaguay y Nogoyá. Como todos, le escapan a las áreas agrícolas donde una fumigación indebida puede dejarlos sin su medio de vida, el apiario.
“Actualmente la miel es para exportar. Básicamente es a lo que nos dedicamos en el último año” describió Pitter, quién aportó que venden en forma directa pero también a través de otros exportadores.
Razonó al decir que “tenemos producción de miel orgánica y convencional, producimos mieles claras de monte y de mayor tonalidad que se logra en zona de islas. La provincia, por su naturaleza, nos da una gran variedad. Hay mucha flora y si se maneja con inteligencia esa variedad es un aspecto a favor. Está claro que la clasificación del producto mejora la oferta”.
Admitió que la depresión del salario nacional desplazó al mercado interno y que es muy poco lo que comercializan en Argentina. Sucede que, como él mismo dijo, “el precio externo es muy bueno, lo mejor de la última década. La eliminación de aranceles nos benefició. La medida fue alentadora. Al haber gran demanda internacional esa ventaja se trasladó al productor”.
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