Martín Bono lo hace desde hace 20 meses en su explotación ubicada en Oliva. Cuenta que los robots “a nadie quitan el trabajo, pero hay que reordenar los esquemas”. Con una experiencia de 25 años al frente del emprendimiento familiar que inició su abuelo, detalló que el establecimiento se expande por 70 hectáreas, de las cuales 55 son cultivables.