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Ambiente

Tras el fuego, la hormiga argentina coloniza tierras de islas quemadas

Expertos de la Universidad de Rosario dan cuenta del daño ambiental.
Expertos de la Universidad de Rosario dan cuenta del daño ambiental.
30/06/2021 07:53 hs

Tras el fuego en las islas, la "hormiga argentina" avanza y coloniza el territorio quemadoLo detectaron investigadores de la plataforma ambiental de la UNR. Sostienen que "puede provocar efectos ambientales indeseados".

Los efectos del fuego sobre el humedal no siempre se ven a primera vista. De hecho, los más de 300 kilómetros del Delta del Paraná están habitados por comunidades que deben ponerse bajo la lupa para saber qué efectos padecieron tras los incendios del 2020 que afectaron más del 17 por ciento de ese territorio.

Qué fue de las arañas, ciempiés, cascarudos y hormigas que habitan la zona es la pregunta que intenta responder el equipo de investigadores que estudia la “Abundancia y diversidad de artrópodos epigeos de la superficie del suelo”, integrado por Ana Paula Carrizo, Clara Mitchell y Guillermo Montero. Lo que encontraron tras el fuego en la Isla de los Mástiles no es solo la "pérdida de la diversidad" de artrópodos _una denominación que incluye a más de un millón y medio de especies de invertebrados de patas articuladas_, sino además un alerta: la presencia en sobreabundancia de la llamada (paradójicamente) "hormiga argentina de fuego" (Solenopsis saevissima). Un animal omnívoro que no por pequeño es menos predador, que coloniza rápidamente el territorio quemado y que "preocupa" a los investigadores.

"Puede provocar efectos indeseados en el ambiente", admite Montero, integrante del equipo, docente y decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El investigador añade no solo que se trata de un animal que sobrevive incluso a las inundaciones formando agrupaciones de hormigas que "logran rodar sobre el agua hasta llegar a un terreno seco que vuelven a colonizar", sino que además llegó a trasladarse grandes distancias y, por ejemplo, "provocar serios problemas en regiones como el sureste de Estados Unidos".

El trabajo que el equipo de la UNR es parte del proyecto interdisciplinar que a través de la Plataforma de Estudios Ambientales intenta cuantificar los daños que los incendios provocaron en el frágil ecosistema que es el humedal. Un proyecto que sobre todo busca producir conocimiento y determinar cualitativa y cuantitativamente las consecuencias del fuego.

El equipo que trabaja específicamente sobre los artrópodos epigeos relevó dos terrenos de la isla ubicada frente a Granadero Baigorria, en Santa Fe, a los 120 días de las quemas y lo hizo por un lado en un terreno incendiado y, por otro lado, en uno que no había sido afectado para una posterior comparación.

Allí, se colocaron trampas cada 20 metros donde los pequeños animales fueron cayendo para luego ser analizados uno a uno bajo lupa de los investigadores. Es que no por pequeños son menos importantes como indicadores del estado de un ecosistema, destaca el equipo y apunta que su gran diversidad y su alta sensibilidad a las variaciones del ambiente los convierten en grandes actores centrales a la hora de monitorear la capacidad de recuperación de esos territorios.

¿Qué y cómo se mide? "Hay diferentes indicadores _detalló Montero_. Uno es la cantidad de ejemplares que indica abundancia, otro es la cantidad de especies que se encuentra que determina la riqueza y el tercero es la diversidad, que es un indicador que se construye con la combinación de los dos anteriores".

La colonización de la hormiga

Lo que primero detectaron y más sorprendió a los investigadores es que en el sector afectado por el fuego había más bichos que en las áreas no afectadas.

"Yo esperaba lo contrario, pero la verdad es que en el sitio quemado encontramos 4.559 individuos de 77 especies diferentes y en el que no se quemó la cantidad bajaba mucho a 877 individuos, aunque la cantidad de especies se mantenía en 78", señaló el decano de Agrarias.

Lo que sí afirma Montero sin dejar lugar a dudas es que los incendios afectaron la diversidad de los terrenos quemados. "La abundancia de individuos es cierto que es mayor en el sector afectado, pero los parámetros de diversidad sí se vieron disminuidos, lo que demuestra una vez más que el fuego afecta la diversidad del ambiente", explicó.

Lo que aparece fuertemente en los terrenos quemados y que marca la abundancia de individuos es la predominancia de una especie dominante, paradójicamente llamada popularmente "la hormiga argentina de fuego", un animal omnívoro con una fuerte capacidad de colonización, que sobrevive a las inundaciones, que son predadoras de otras especies a la que no les permiten desarrollarse, incluso pichones de aves que anidan sobre el suelo y que "preocupan" a los investigadores.

"El problema es que en condiciones naturales esta hormiga vive en equilibrio con otras especies, lo que acá alarma es que haya una cantidad extraordinariamente alta y que si se instala puede causar problemas y hacer que otras especies nativas reduzcan su área", detalla Montero.

Es que comen otras especies más pequeñas, pero además semillas en proceso de germinación, sustancias azucaradas de las plantas y se "roban" el néctar de las flores, lo que afecta además a la flora de la zona que habitan. "Pueden ser muy nocivas", agrega el investigador, que ya planea un relevamiento de las aves que anidan en el suelo.

"Hay una serie de aves, las llamadas nidífugas, cuyas crías al nacer no tienen el suficiente desarrollo y deben ser alimentadas y cuidadas, pero las crías quedan indefensas en el nido sobre el suelo cuando los adultos salen en busca de alimentos y son también afectadas por estas hormigas", agregó.

Una diversidad pasajera

Además de la abundancia de individuos en la zona afectada por el fuego, el relevamiento detectó casi la misma cantidad de riqueza de especies que las áreas no quemadas. Sin embargo, Montero aclaró que esa variedad "es pasajera" y está asociada la presencia de las llamadas "plantas pioneras".

"Son plantas que tras el fuego son las primeras que colonizan el ambiente, lo hacen rápidamente, pero luego van desapareciendo cundo otras especies comienzan a desarrollarse", cuenta Montero, que señala además que son "plantas raras".

De hecho, a esa flora comienzan a aparecer animales pequeños que coevolucionan con esas plantas y que hacen a esa diversidad de especies que, una vez desaparecidas las plantas, también desaparecerán. Ese es, por ejemplo, el caso de los cascarudos encontrados en el relevamiento en las zonas afectadas por las llamas.

"Es cierto que aumentan la diversidad, pero hay que saber que esa es una diversidad pasajera que está destinada a desaparecer", afirma el investigador, que aunque deja en claro la capacidad de recuperación del ambiente, está casi convencido de que en los terrenos quemados lo que vendrá "será algo diferente a lo que allí había antes del fuego".

Fuente: Eugenia Langone / Agroclave

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