Durante la mañana de este martes, el productor agropecuario y dirigente Luis Magliano se presentó ante la fiscal de la Justicia de Santiago del Estero, Olga Bitar De Papa, quien lo investiga por la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita, estafa y hurto.

Tras ponerse a disposición de la funcionaria, quedó detenido. Sobre Magliano pesaba una orden de captura que había emitido la jueza de Control y Garantías de la ciudad de Santiago del Estero, Sara Haron.

El expresidente de la Sociedad Rural fue denunciado por clientes de Ciudad Autónoma de Buenos Aires que aseguraron haberle dado 3500 cabezas de ganado para un servicio de hotelería en Santiago del Estero y que esos animales desaparecieron. El cálculo es que el faltante representa una cifra que orilla los 150 millones de pesos.

Cuando a fines del año pasado se conoció que Luis Magliano había solicitado una licencia a su cargo como presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, pocos fueron capaces de anticipar que el dirigente rural iba a terminar investigado penalmente por presuntas maniobras delictivas y con pedido de captura nacional e internacional.

Sin embargo, las repercusiones en Jesús María fueron menores a las que se supondrían. En primer lugar, porque la mayoría de los damnificados por las supuestas maniobras ilegales no tienen domicilio en esta ciudad. A diferencia, por ejemplo, de lo que ocurrió tras el cierre de la firma Súper Uno de la familia D’Olivo en Colonia Caroya donde los afectados locales fueron cientos y el enojo subsiste hasta hoy.

En el caso de Magliano, quienes iniciaron las demandas en la Justicia de Santiago del Estero fueron acreedores de la ciudad autónoma de Buenos Aires que le enviaron hacienda desde Chaco, Formosa, y Corrientes. Y las oficinas de Oleos del Centro –de la que es titular el dirigente investigado - tampoco estaban en Jesús María sino en la ciudad de Córdoba. Solamente, hubo reacciones en las redes sociales tras la difusión de las noticias con la investigación penal en marcha.

El problema, hasta ahora, tampoco implosionó para dentro de las instituciones y espacios en los que se movió Magliano. Por citar un ejemplo, el viernes pasado la Sociedad Rural de Jesús María renovó sus autoridades y lo hizo en una de las concurrencias más masivas que se recuerde en la entidad gremial del campo.

El actual presidente, Pablo Martínez, destacó que no sólo hubo una renovación generalizada de dirigentes, sino que lograron sumar a una buena cantidad de jóvenes. Y la propia entidad viene de cerrar sus balances con un superávit abultado y una memoria plagada de actividades realizadas.

Tampoco le hizo mella, por el momento, a la gestión del actual intendente radical Luis Picat, que venía de presidir la Sociedad Rural y que le pasó la posta a Magliano. Entre ellos había afecto y hasta coincidencias políticas. Los cruces y fotos juntos se cuentan de a decenas, aunque, desde el entorno de Picat aseguran que no formaba parte del armado político del intendente.

Más allá de eso, en forma unánime las fuentes consultadas por este diario destacaron que se trataba de un cuadro político al que se le hubiese podido echar mano en cualquier momento. Magliano no ocultaba sus aspiraciones: estuvo cerca de ser incluido en una lista de candidatos a diputados nacionales, y por su rol dirigencial tenía llegada a varios ministerios del gobierno provincial.