Colonia La Buena Vista, en el Cuarto Distrito de Gualeguay, es el ámbito donde 18 variedades de trigo, separados en partes iguales entre ciclos intermedios largos y cortos, crecen bajo la atenta supervisión de especialistas que evalúan el comportamiento de las plantas ante el acecho de enfermedades, malezas y el clima. El ensayo en cuestión es responsabilidad institucional de la Cooperativa Agrícola Mixta La Protectora de General Galarza.
“El lote venía de rastrojo de soja, con muchos problemas de gramíneas” dijo Lautaro Acosta, profesional de la entidad solidaria. Apuntó que hicieron barbecho y luego en estado de macollaje concretaron otro control. Sembraron las variedades largas el 22 de junio y 30 días más tarde las cortas.
Apreció que encontraron enfermedades como roya amarilla, anaranjada y algo de mancha. “Lo más adecuado es implantar variedades resistentes o diversificar un poco”, aportó como para dejar en claro que tales flagelos aparecen cuando abunda el agua, y –como se sabe- al clima nadie puede controlar.
Durante la visita de Campo en Acción al ensayo sentenció que el estado fenológico de la mayoría de los trigos está en encañazón y algunos desplegando la hoja bandera.
Emanuel Rodríguez Randa, responsable de Desarrollo de Bioceres Semillas en Entre Ríos, coincidió con Acosta al describir el desarrollo y situación sanitaria de los cultivos y aportó: “La variedad Guayabo se comporta muy bien frente a los ataques de roya, lo mismo que Gingko”.
Puso en valor que, en la actual coyuntura, el programa de mejoramiento de la empresa apunta a desarrollar cinco variedades que están en etapa pre comercial: dos intermedios largos, dos intermedios y un intermedio corto; con la misión de responder a las demandas de los sembradores.
Para Jorgelina Meier, profesional de la cooperativa, “la campaña de fina viene muy bien al norte del Departamento Gualeguay. Largamos con un pronóstico de sequía y las precipitaciones marcaron un excelente desarrollo, no solo en trigo, sino que también en lino, colza y carinata”.
Sumó que la aparición de enfermedades fúngicas impone un control a conciencia. Y detalló que roya y mancha son las más comunes. Al brindar una suerte de panorama agrícola determinó que “en colza y carinata no aparecieron enfermedades, en lino estamos a la expectativa de que aparezcan”. Especificó que, al menos en la zona, el cultivo de cobertura para el invierno apasionó tanto a los sembradores que muchos relegaron sus intenciones de arrancar la gruesa con soja de primera.
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