El reciente cierre de la primera campaña de vacunación contra fiebre aftosa de 2024 ya permite saber que el stock ganadero entrerriano es muy próximo a los 4,3 millones de vacunos. Para acceder a los datos precisos, incluso por categorías en cada departamento, hay que esperar que los especialistas terminen de procesar la información. Sin embargo, la finalización del ciclo expresó un motivo para hablar de sanidad animal con Héctor Reniero, presidente de la organización de los productores a cargo de la gestión del plan: la Fundación de Lucha Contra Fiebre Aftosa (Fucofa).
Inmunidad contra aftosa y combate de garrapata son tópicos que abordó el ganadero de Chajarí, que en representación del ruralismo conduce la Fundación junto a federados y cooperativistas, en un exitoso esquema de gestión al servicio de los productores de la provincia.
“Estamos terminando muy bien, pasamos complicaciones con el clima, debimos pedir prórroga para completar las inoculaciones, pero el trabajo se hizo como es debido” avisó. Precisó que la labor alcanzó a 4,32 millones de cabezas en la provincia. Si bien ponderó que es un poco menos de hacienda en relación a 2023, advirtió que “venimos de un severo período de sequía donde murió mucha hacienda. Hay productores que han perdido sus animales y no es fácil recuperarse de esa crítica situación”.
En torno a la importancia de seguir vacunando, fue contundente al determinar que “no queremos volver al pasado. Senasa deberá probar con estudios científicos sólidos y precisos, si es posible hacer cambios en los planes. Fucofa, por su parte, hará todo lo necesario para evitar la aparición de focos de aftosa”.
Reniero dio sus argumentos al determinar que “los productores queremos salir adelante, abrir más mercados de exportación para nuestra carne y ya sabemos que cuando aparece un foco de aftosa sucede todo lo contrario”.
En torno al combate de garrapata indicó que el escenario fue de incremento del flagelo durante el largo período de sequía. De todos modos, avisó, “muchos productores están haciendo bien el trabajo, limpiando los campos como se debe”.
Lo cierto es que la Fundación ejecuta un plan de sensibilización por el cual ya se concretaron decenas de reuniones en el territorio donde, con la participación de expertos, trabajan en la concientización. Pero no alcanza. Además del compromiso y esfuerzo de la Fundación junto a los productores que quieren salir de esta situación es necesaria la presencia activa del Estado.
Lo explicó simple y sencillo: “La Fundación es una parte integrada a la Comisión Mixta Operativa que forman también el Senasa y, el gobierno de la Provincia. Senasa tiene la responsabilidad de aplicar la ley y la provincia de dar colaboración con la Policía. Y tanto el Senasa como la provincia están desaparecidos. Si bien Fucofa tiene el deber de informar, avisar de todo a Senasa, son ellos los que actúan y clausuran los campos. Recibimos las críticas nosotros porque somos los que estamos en el territorio, pero, insisto, el poder de Policía es de Senasa”.
El dirigente especificó que “la clausura no es mala palabra, significa cuidar a los productores para evitar la propagación. Nuestra tarea es acompañarlos y asesorarlos para hacer las cosas bien y limpiar el campo de garrapatas. Si el productor clausurado tiene que mover animales puede hacerlo bajo determinadas condiciones de manejo. Pero el trabajo de fondo es limpiar el campo, porque la garrapata está en el suelo. La Fundación está para ayudar, estar con los productores, pero no ejerce el poder de policía”.
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