
Como era previsible para esta altura del año, el último informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, basado en el relevamiento de 361 localidades maiceras de la Argentina entre el 14 y el 28 de marzo de 2025, muestra que la presencia de chicharrita tuvo un aumento importante en todas las regiones del país, particularmente en las zonas endémicas del NOA y el NEA.
Este incremento, sin embargo, no afectará a los maíces de la actual campaña, ya que alrededor del 90% se encuentra en estados fenológicos reproductivos o ya fueron cosechados, con lo que superaron la etapa de susceptibilidad al complejo de achaparramiento. A diferencia de la campaña pasada, en la actual los productores estuvieron prevenidos y supieron manejar las detecciones tempranas del vector. Las pérdidas productivas esta campaña se dieron por fenómenos meteorológicos, tanto sequías como inundaciones.
No obstante, es clave no abandonar los monitoreos, no solo con trampas sino también con inspección directa en cultivos, para ver cómo fluctúan las poblaciones y dónde quedan focos con potencial de daño para las próximas campañas, indicó Alejandro Vera, investigador de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) y coordinador de la Red.
Envía tu comentario