En esta etapa donde la mayoría de las colmenas ya fueron cosechadas, se debe iniciar preparativos para que las mismas colonias lleguen fuertes al comienzo de la invernada. La fortaleza de la colmena es clave en esta etapa donde su población se reduce considerablemente y la abeja deberá hacer frente a factores críticos como la cantidad de reservas de alimento, las enfermedades y situaciones climáticas, entre otros.

Así lo detalla el trabajo realido por Emanuel Ceferino CALUVA y Carlos Alberto NAVEIRA de la E.E.A. INTA Concepción del Uruguay que además detalla algunos puntos básicos a tener en cuenta en esta practica:

Reducción del espacio interno de la colmena para mantener mejor la temperatura. (retirar cuadros vacíos y deteriorados, reducir piquera). De paso verificar y reemplazar si hay material en mal estado (techos, cámara, bases, etc.)

Control sanitario, especialmente Varroa.

Colocar entretapa o poncho, en caso de dejar alzas puestas.

Leve inclinación hacia delante de las cámaras, para evitar acumulación de agua en el interior.

Dejar suficiente reserva de alimentos para soportar el invierno, o proveer artificialmente, si no la tiene: entre 12 y 15 kg de miel y 1 o 2 marcos con polen, por colmena. Hay que tener en cuenta que si se provee Miel, que ésta sea de correcta calidad nutritiva y sanitaria, lo que depende de su origen y manejo (cada apicultor lo sabe).

Posibilidad de fusionar colmenas débiles o unirlas a las fuertes teniendo en cuenta que se pueden dispersar enfermedades entre colmenas sino está asegurada la sanidad.

Y tambien aprovechando la menor actividad a campo en esta etapa:

Hacer tareas de mantenimiento y reparación de materiales de los apiarios y de lo que está en galpón.

Armar y/o ajustar plan de trabajo para la temporada próxima en base a los resultados de la temporada pasada y su información volcada en los registros de campo y sala.

Poner a punto equipamiento de sala de extracción, Vehículo, acoplado, y elementos imprescindibles.