La planta de acopio en cercanías a Molino Doll de la firma Alimentos Sagemüller, a 75 kilómetros al sur de la capital provincial, llama la atención a más de un viajero que transita por la Ruta Provincial Nº11. Desde allí, se puede observar el notable cambio tras el proceso de mejora mediante la pintura de los 8.000 metros cuadrados entre superficie y silos de la planta construida entre 1997 y 1998 de la tradicional firma entrerriana.
Franz Sagemüller, directivo de la firma nacida hace casi 120 años en la ciudad de Crespo, dijo a Campo en Acción que "es una planta que recuperamos después de una larga disputa, así que estamos felices con volver a la zona. Dentro de la empresa y por su historia, todo lo que es materia de originación, siempre estuvimos cerca de los productores por lo que esta planta está en un centro geográfico estratégico entre los tres principales departamentos agrícolas de la provincia. La planta está al medio de los principales productores con quienes históricamente hemos tenido relaciones y con quienes nuevamente tenemos una relación intensa”.
Alimentos Sagemüller inició sus actividades en 1896, cuando el Sr. Otto Sagemuller, oriundo de Alemania, dio comienzo a sus actividades agro-industriales en la ciudad entrerriana de Crespo. De esta manera, la empresa se hizo realidad a través de la actividad agrícola, que rápidamente evolucionó, dando lugar a la construcción del primer molino harinero, para satisfacer las necesidades de harina de la zona.
El agregado de valor de la producción marca la historia de la firma. “La empresa históricamente tiene cuatro centros de negocios, el principal representa alrededor del 35% de la compañía y es el que está dedicado al pollo, actividad que recuperamos hace cinco años. Al haber recuperado esta actividad, empezamos de nuevo, desde el frigorífico, planta de incubación, recuperamos los núcleos de producción e inclusive hemos construido granjas de padres, es decir todo lo que es recría en la zona de Pueblo Brugo, a 15 km de Cerrito. Toda nuestra actividad avícola está nuevamente a pleno”. El directivo añadió: “Mantenemos en actividad la planta de balanceados que opera fundamentalmente para el pollo. Debo destacar que en esta actividad, alimentos balanceados, fuimos la primera en iniciar la actividad en el año 1946, aunque hoy nos dedicamos con exclusividad al autoconsumo”. Producimos alimento para nuestros pollos, reproductores y toda nuestra línea de plumas
Sagemüller destacó que se mantiene la actividad histórica de la empresa, “seguimos con el tradicional molino, que fue el de la iniciación de la empresa en 1896, aunque hoy es un molino bastante moderno”. También “tenemos un molino arrocero desde los años `90 en Crespo, el cual se va a construir totalmente nuevo próximamente, tenemos que salir del centro de la ciudad debido a que la secansa y demás genera un polvillo, generando algunos problemas. Hemos tomado la decisión de ir hacia un parque industrial, muy próximo a Crespo, donde hemos sido muy bien recibidos por lo que adquirimos cuatro hectáreas, superficie que pensamos radicarnos próximamente, ya estamos con los planos de este nuevo molino de última generación”.
A su vez, la firma se destaca por la calidad de los Alimentos para mascotas, actividad que fue trasladada a Crespo desde la provincia de San Luis, que son completos y balanceados, ya que poseen todos los requerimientos nutricionales necesarios para que los animales sean alimentados, en forma equilibrada, durante las distintas etapas de su vida. “En nuestro centro de distribución de Buenos Aires tenemos nuestra nueva planta de pre mezclas donde hacemos toda la línea postres, flanes, gelatinas, helados y bizcochuelos. Además tenemos una línea de envasados, la harina que se vende en Buenos Aires se produce a 50 km de allí, puntualmente en Mercedes. Crespo atiende a toda la zona Litoral y centro norte, por los costos logísticos que son muy elevados” comentó el directivo de la firma.
Los proyectos que ha encauzado la compañía entrerriana, es “inversión con recursos propios. Lo hacemos lentamente, pero con recursos propios” enfatizó.
Como todo emprendimiento, la firma ha experimentado épocas de fuerte crecimiento, etapas de intensa competencia comercial, como así también estadíos complicados por los vaivenes políticos y económicos. Con 417 empleados y obreros, esta empresa tiene un impacto socialmente importante.
VISIONARIO
“Por suerte el 2015 está transcurriendo de manera normal, pero no con pocos problemas” destacó Franz Sagemüller, quien explicó que “en los agro-negocios, donde nos encontramos nosotros con un frente de materia primas realmente deprimidos por los valores internacionales y porque en el plano interno tenemos un tipo de cambio que está retrasado. Esto hace, para quienes convertimos materias primas en productos terminados, que los valores agregados que podamos sumar no tengan el suficiente peso, es decir que la facturación de una compañía de alimentos en este momento está bastante amesetada”.
En este sentido, agregó: “Frente al tipo de cambio retrasado y a los valores de las cotizaciones en los mercados internacionales, la soja tiene un valor realmente muy bajo. Todos tenemos esperanzas que esto se recupere y los que producimos a partir de esa materia prima también nos encontramos con problemas”.
De la redacción de Campo en Acción
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