Al momento de criticar las políticas económicas del kirchnerismo, Alfonso Prat Gay, definía a la “estanflación” (estancamiento con inflación) como “el peor escenario posible para un político”. Ironías de la vida, ese es el escenario que está atravesando el ahora ministro de Hacienda y Finanzas, más por las medidas que adoptó que por la “herencia recibida”, publica hoy El Enfiteuta.
Este martes la provincia de San Luis dio a conocer el índice de precios (IPC-SL) correspondiente al mes de enero que arrojó una suba interanual del 4,2%. Este índice y el de la ciudad de Buenos Aires (IPC-CABA) son los que el mismo Indec puso como referencia como parámetros de inflación hasta tanto el organismo nacional diera el suyo.
Hasta ahora el IPC-CABA arrojó un 3,9% y un 4,1% para los meses de diciembre y de enero, es decir una suba de precios del 8% desde que asumió el nuevo gobierno. El IPC-SL, en tanto, arrojó un 6,5% en diciembre y un 4,2% en enero, lo que lleva la inflación en los dos primeros meses de gobierno de Macri al 10,7%.
Si se promedian ambos índices, el primer bimestre de gobierno de Cambiemos arroja un 9,35%. Eso en definitiva es lo que hace el sector de la oposición que difunde en el Parlamento el IPC-Congreso, que es el promedio del resultado de siete consultoras. Para ellos la inflación de diciembre y enero acumulada dio un 7,4%.
El promedio de inflación que arrojan los tres índices anteriores en el periodo enero a noviembre de 2015, últimos meses de mandato del gobierno anterior da una inflación mensual menor a 2%, más precisamente 1,9%. Desde que asumió Macri, ese valor pasó a ser del 5,35% para San Luis, del 4% para la CABA, y del 3,7 para el Congreso.
Para decirlo de un modo más directo la inflación, según esos índices, se duplicó desde que asumió el actual gobierno. Pero la pesadilla de Prat Gay requiere de una segunda componente: el estancamiento. Ese dato se empieza a vislumbrar con la caída del consumo registrada en enero sobre todos los sectores de la economía que según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) fue del 2,3%.
Esa baja, que más temprano que tarde llegará a la producción cuando empiecen a registrarse que se produce más de lo que se vende, tenía signo positivo en los meses previos. Era cuando la inflación registrada por las mismas fuentes indicadas giraban en torno al 2%, pero lo que había entonces y se ha esfumado ahora es el poder adquisitivo de la mayoría de los argentinos.
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