Hacia 2025, Sumitomo Chemical se prepara para lanzar entre 15 y 20 productos, muchos de los cuales incluirán moléculas nuevas y productos biorracionales.
La japonesa es una cultura milenaria y las empresas de ese país no son ajenas al devenir histórico que arrastra varios siglos.
Sumitomo Chemical es un ejemplo: nació hace más de 400 años, en 1615, cuando Masatomo Sumitomo, comenzó a comercializar libros, medicamentos y fue incursionando en diversos negocios. Entre ellos, el que dio origen a lo que es hoy una multinacional de alcance global y con presencia en diversos sectores.
La minería de cobre.
Durante dos siglos ese fue el corazón del negocio de Sumitomo, hasta que en 1913 llegó el momento de innovar y sumar una nueva actividad: la compañía detectó que la gran cantidad de desechos que producía la minería podían utilizarse como fertilizantes e inició su división de productos para el agro.
Y a partir de allí siguió expandiéndose, alcanzando los cinco continentes, y con unidades de negocios de todo tipo, desde la petroquímica y el plástico, a los productos farmacéuticos, la energía, la salud humana y la protección de cultivos.
“Es una compañía que siempre ha tenido como apuesta una fuerte inversión en investigación y desarrollo (I+D). En el caso del agro, con la incorporación constante de nuevas moléculas para el combate de plagas, malezas y enfermedades. A nivel global es la cuarta compañía con más patentes introducidas al mercado”, destaca Lucas Díaz Panizza, Gerente de Marketing de Sumitomo Chemical Latinoamérica.
Y ese camino continúa: “De acá hacía los próximos años vamos a tener una enorme batería de lanzamientos, entre 15 y 20 productos, muchos con moléculas nuevas para el mercado, orientadas a las principales problemáticas: control de malezas resistentes, royas y manchas e insectos lepidópteros y succionadores, tanto alternativas químicas tradicionales como productos biorracionales en cultivos extensivos e intensivos también.”, anticipa Díaz Panizza.
Pilares
En resumen, según el ejecutivo, los planes de la empresa japonesa se apoyan en tres pilares clave:
1. Sustentabilidad. La división agropecuaria nació por medio de la producción de fertilizantes para reducir desechos de la minería. Es decir, que la producción sustentable es parte de su esencia, desde su génesis.
2. Innovación. A través de la fuerte inversión en investigación y desarrollo para introducir nuevas moléculas químicas y productos biológicos para proteger a los cultivos.
3. Tradición. Es una firma con casi cinco siglos de historia, más de 100 años en el rubro agrícola, y la cultura japonesa arraigada en las tomas de decisiones.
En este contexto, Díaz Panizza sostiene que otra de las apuestas que está creciendo es el desarrollo de productos “biorracionales”: productos biológicos, basados en microorganismos, reguladores de crecimiento, micorrizas, hormonas y otros. “La compañía tiene un fuerte compromiso en introducir productos sustentables, combinando innovación química y biológica, a través del lanzamiento en Argentina y toda la región de Latinoamérica. Muchos de esos productos ya son hoy líderes en otras regiones del mundo”, completa.
Cabe recordar que Sumitomo Chemical hace muchos años que está presente en Latinoamérica, a través de la venta exclusivamente industrial, pero a partir de 2020 fortaleció su presencia al comprar al negocio de Nufarm en la región. Eso le permitió pasar a un canal de comercialización directa con el usuario final.
“Gracias a esa adquisición, en 2020 tuvimos un fuerte crecimiento, por encima del promedio del mercado, y eso nos está llevando a posicionarnos entre las compañías más importantes en Argentina”, subraya Díaz Panizza.
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