Como lucero en la noche destacan las mejoras del campo experimental de la Fundación Proarroz en San Salvador.
Caminos y desagües son algunas de las obras de infraestructura concretadas para facilitar los movimientos dentro del amplio predio destinado a investigar y desarrollar el cultivo regional.
Además levantaron un galpón para almacenamiento y ya están proyectando oficinas nuevas. Pero eso no es todo, alteraron la división de los lotes y el sistema de rotación.
Entienden que la mejor estrategia de manejo en cada lote de 33 hectáreas es la producción de pasturas por dos años seguidos y luego uno de arroz.
Campo en Acción visitó el lugar en compañía de Hugo Muller, titular de la organización, quién primereó en la conversación para poner en valor las modificaciones del establecimiento antes de ingresar de lleno al tema más agrio del sector: los problemas de producción en la actual campaña.
El experto no dio vueltas para dar cuenta de la situación: “La característica de este año es la condición tremendamente difícil para la emergencia del grano. Hace años no veíamos una cosa así. A mediados de octubre tuvimos buenas lluvias y luego frentes fríos de 6 y 7 grados durante varios días. Eso detuvo el crecimiento del arroz y no salió”.
Incluso insistió en que la falta de lluvias hace que no se haya podido cumplir con lo previsto en cuanto a área sembrada. “Va a haber abandono de superficies mayores a las estimadas. Este es un año complejo desde lo productivo” sentenció y tras cartón explicó: “Los pronósticos de lluvia indican que esta situación no se podrá revertir. El productor tiene que asesorarse muy bien para obtener el mejor rendimiento”.
Por el andarivel de los negocios la situación es diferente, diametralmente. Las ventas han sido buenas dijo el directivo y, a juzgar por las tendencias, todo indica que no caerá el interés de los consumidores por el arroz entrerriano. “No ha habido problemas en colocar producción en el mundo. Los precios internacionales suben”, graficó.
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