La entidad ya descontó de la productividad nacional un 11% de la oleaginosa y un 14% del cereal. Cuáles son los números parciales.

La Bolsa de Comercio de Rosario anticipó el momento de presentar sus informes técnicos, que elaborana la Guía Estratégica para el Agro, con la situación general de los cultivos. La condición general del maíz y la soja afectados por la ola de calor, esta semana, y falta de lluvias de magnitud por casi un mes, aceleraron los tiempos y la sentencia de una parte de los rendimientos.

Para el maíz, dicen, “esta vez no ocurrió: en el 2021, sí hubo un evento de lluvias del 8 al 12 de enero que le daba un punto de giro a la campaña”. Un año después, la Niña muestra otra cara.

La Asociación de Productores en Siembra Directa actualizó, como parte de la "Agenda Aapresid", el panorama de las malezas problemáticas en el país.

“Temperaturas extremas, baja humedad relativa, días de vientos continuos, una humedad relativa de 10% a 15% y una radiación con valores extremos son algunas de las variables que se han alineado para poner al cereal de primera al límite ya que han predominado en la etapa crítica del cultivo”, destaca la entidad.

El resultado: la primera estimación maicera para Argentina, ahora, es 48 millones de toneladas contra la posibilidad de lograr 56 millones como se preveía a inicios de diciembre. El resultado un descuento de 14%.

De acuerdo a los datos de la entidad, este año se sembró un 8% más de superficie, pero habrá menos maíz ya que el rinde promedio cae 10 quintales respecto a 2021.

Los daños en el rinde final lo encabeza la provincia de Santa Fe, con 13 quintales menos por hectarea respecto al año pasado, cuando marcó un récord (93,2 quintales). La sigue, Córdoba con 12 quintales menos. Luego, Buenos Aires con 8 quintales por debajo del 2020/21 y luego Entre Ríos que desciende 4 quintales.

Soja

Lo que sucede con la soja no es mejor que la situación que golpea al maíz.

Como parte del informe especial, dice la Bolsa, “los retrasos y la severa falta de agua que han sufrido las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos ponen en duda si podrán sembrarse las 300.000 hectáreas que están pendientes, de una siembra total de 16,2 millones de hectáreas”.

La condición de la soja va de buena a mala, como se observa en muchas zonas del centro este de Buenos Aires, sur y centro de Santa Fe, Entre Ríos y centro y norte cordobés.

Para el caso de la oleaginosa, las condiciones de desecamiento y estrés termohídrico fueron tan graves en los últimos 30 días que se descarta también la posibilidad de un escenario de

normalidad y rindes promedios.

El resultado: un objetivo de producción nacional de 40 millones de toneladas, dismuyendo desde los 45 millones inicialmente estimados.

En este caso, se espera un rinde nacional más cercano a los 26 quintales por hectárea contra los casi 29 quintales de promedio de los últimos 5 años de producción en Argentina.