El programa de identificación de equinos rurales, mediante el empleo de un microchip, surgió mediante una propuesta que le hicieron las cuatro empresas faenadoras de caballos al gobierno nacional en febrero del año pasado. Allí se buscaba una identificación individual electrónica de los equinos declarados y no declarados.
La propuesta fue administrar los datos a través de la colocación de un microchip. De tal modo, el propietario del animal, cuando tenga conectividad, saca una foto del caballo y sube la información a un sistema de blockchain de protección de datos del Senasa para generar trazabilidad en la actividad.
En ese sentido, el impulsor de la idea, Bernardo Cané, extitular del Senasa, contó a El ABC Rural la importancia de este sistema que permite identificación, trazabilidad y control sanitario.
“La industria carnicera quiere mejorar el bienestar animal de los equinos. Pero a su vez, esta metodología va a cumplir con los requisitos de exportación que exige la Unión Europea (EU): identificación, trazabilidad, propiedad del animal, entre otras cuestiones“, dijo.
Contó que el proyecto lo impulsó junto a otros médicos veterinarios de la Argentina. “Se llamó Sistema Realidad y contempla el mecanismo para identificar al propietario del caballo y la foto del mismo, lo que refuerza la trazabilidad en una hipótesis comercial”, expresó.
El sistema funciona mediante la colocación de un microchip en el cuello del animal, que permite georeferenciar su ubicación. La información, se vuelca de manera automática en una aplicación de celular y se transmite directamente al Senasa.
“Un año atrás hicimos un plan piloto con 2500 caballos que funcionó muy bien y en la actualidad, el método ya está disponible de manera gratuita para los propietarios de caballos rurales”, contó Cané.
Este método le pone fin al sistema de caravana, que es un accesorio muy dañino para el caballo. Además, choca claramente con los procesos de bienestar animal. “La caravana dejó de existir en la oreja del caballo. Solo funciona el sistema de microchips que se introduce en el animal mediante una pequeña inyección en el cuello, que es inofensiva”, continuó el ex director del Senasa.
Nuestro país cuenta con un stock aproximado de cuatro millones de caballos rurales que se encuentran en distintas regiones, pero solamente hay dos millones declarados de manera oficial. “Estamos planteando bajar el stock en negro y pasarlo a blanco. Tiene que haber identificación individual en todo el rodeo de caballo rural; todavía nos queda un largo camino por recorrer”, expresó.
Vale aclarar que en el mes de noviembre pasado, una auditoria de la Unión Europea que vino a la Argentina, formuló un informe donde expresaron las bondades del sistema que les pareció muy satisfactorio.
10.000 caballos con el sistema
Al día de hoy, a dos meses del inicio, son más de 10.000 los caballos que cuentan con esta tecnología en el país. Los mismos, por supuesto, ya están identificados, georeferenciados y cuentan con el DNI del propietario y una cantidad de datos muy importantes.
“Es un método muy innovador y sano”, destacó Cané. Además aclaró: “Esta dirigido exclusivamente al caballo rural, nada tiene que ver con los caballos de hipódromo, polo, salto, entre otros”.
Para sumarse al sistema, los interesados pueden dar de alta la tecnología, contactándose con los frigoríficos, quienes enviarán un medico veterinario para colocar el chips y brindar la información necesaria al propietario del animal.
“Propiciamos que haya una adopción masiva del sistema ya que cuenta con la posibilidad de controlar el animal de manera sanitaria por cualquier enfermedad, pero también tiene su importancia por temas de trazabilidad y robo”, agregó el profesional.
¿El futuro de la ganadería bovina?
Consultado por la expectativa que esta herramienta se pueda utilizar en la ganadería bovina, Cané explicó que es posible. “Es la deuda que tiene el sector ganadero de la Argentina con el presente y el futuro; hace más de 20 años que buscamos herramientas como esta”, ponderó.
Además, manifestó que hay varios países que lo adoptaron en sus cabezas de bovinos y los resultados están a la vista. “Uruguay y Chile lo tienen, Paraguay está encaminado”, reverenció y agregó: “No es un utopía pensar que nuestro país lo incorpore en el sector”.
En ese sentido, informó que Uruguay, gracias a que tienen una identificación individual electrónica en vacas y en ovinos, está exportando cordero con hueso a Estados Unidos. “También exportan carne a Japón y corderos con hueso a Estados Unidos porque pueden tener trazabilidad en su ganadería“, concluyó Cané.
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