La última semana de noviembre podría definirse como punto de partida para un necesario cambio de tendencia en el mercado del pollo parrillero eviscerado. Al considerar la mejora en la escala de precios, es posible concluir que el período ha sido una especial carga de esperanzas para el sector productor.
Y esto es así porque habida cuenta de que el mercado se encuentra inmerso dentro de un contexto en donde la demanda ha mermado significativamente como consecuencia del descalabro actual de la economía, y eso ha llevado a que la oferta exceda la capacidad de asimilación de la demanda, aún así se observó un claro cambio de tendencia registrado a lo largo de la semana.
Una tendencia que se perfila a continuar de un modo netamente positivo y obviamente cargada de expectativas para el mes de diciembre, donde el consumo históricamente alcanza sus mayores picos.
El mercado del huevo para consumo se encuentra inmerso, al igual que la gran mayoría de los mercados, dentro de un difícil contexto en el cual los permanentes incrementos en materia de costos, atentan contra el normal funcionamiento del negocio.
Así es como se hace imperiosa una corrección en la escala de precios que contemple la fuerte disparada de los costos de producción y le proporcione al segmento productor –al menos– una mínima rentabilidad que le permita continuar en la actividad.
La realidad es que los costos se han incrementado exponencialmente en todos los frentes y es imposible continuar comercializando la producción sin contemplar esta variable.
De ahí la necesidad de lograr un fuerte consenso en el sector para fijar un piso en el precio que evite caer, una vez más, en otra peligrosa crisis de rentabilidad. Fuente: Adalberto Rossi / CátedraAvícola.
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