Según datos del Senasa, hay 2,92 millones de ejemplares de esta categoría, 43 mil más que hace un año, pero menos de la mitad de los 6,76 millones que hubo 15 años atrás.
En los últimos meses, y de manera cada vez más acentuada, se ha reducido la faena de vacas y de terneros, a la vez que subió la matanza de novillos. El porcentaje de hembras en agosto cayó a 44,7 por ciento, contra 47 por ciento de igual mes de 2019. Hoy está en niveles más propios de equilibrio que de liquidación.
En lo que va de 2020, la faena bovina totalizó 9,37 millones de cabezas. Si bien el volumen se viene desacelerando, todavía se ubica 3,7 por ciento por encima del año pasado. En el período enero-agosto se redujo fuerte la faena de vacas (-8,4 por ciento) y se desaceleró la matanza de vaquillonas, que todavía está 8,6 por ciento arriba del año pasado y así lo describe el analista Ignacio Iriarte en su columna de AGROVOZ .
Asimismo, subió la oferta de novillos (7,9 por ciento) y de novillitos (14 por ciento), mientras continuó bajando la faena de terneros (-18,1 por ciento). Es un perfil de la faena que puede considerarse promisorio, con más machos y menos hembras en la oferta. En ese sentido, la tasa de extracción (faena/stock) sería este año del orden del 26 por ciento, todavía un punto por encima del valor considerado de equilibrio.
Otra buena noticia es que el peso medio de faena en agosto se ubicó en 230 kilos, contra 227 kilos del año pasado. No obstante, aunque ha mejorado, este indicador sigue muy bajo: en Estados Unidos es de 360 kilos; en Australia, de 297; en Brasil, de 253; y en Uruguay, 254 kilos. En general, en la mayoría de los principales países ganaderos se observa un aumento sostenido del peso medio de faena: el objetivo es producir más kilos a partir de la misma cantidad de animales.
Existencias
En paralelo, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dio a conocer los datos de la de la primera campaña 2020 de vacunación contra la aftosa, que revelaron un stock ganadero de 52,99 millones de cabezas en Argentina.
En comparación con el año pasado, en esta última vacunación se encontraron 218 mil terneros menos que en el otoño 2019 (-1,4 por ciento), pero hay 1,4 por ciento más de novillos y 0,7 por ciento más de novillitos.
En nueve provincias en las que se puede hacer la comparación interanual, las existencias de vacas pasaron de 9,92 millones a 9,69 millones; es decir, una caída del 2,4 por ciento.
En cuanto a los novillos, se encontraron 2,92 millones: si bien significan 43 mil más que el año pasado, la cifra se ubica todavía bien lejos de las 6,76 millones de cabezas de esta categoría registradas en 2005.
En el último año, subieron moderadamente las existencias de novillos en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, y bajaron en La Pampa. Salta, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.
China
Con respecto al empuje del mercado chino, en agosto las importaciones de carne (vacuna, porcina, aviar y ovina) del gigante asiático totalizaron 832 mil toneladas, un 17 por ciento por debajo de julio, pero un 45 por ciento por encima de agosto de 2019.
La desaceleración en las importaciones obedecería no solo a los intensos controles sobre la carne introducida del exterior, a causa de la sospecha de la presencia de Covid-19 en alimentos importados que ralentiza la operatoria.
También estaría incidiendo el considerable número de plantas frigoríficas de la Unión Europea, Brasil y Estados Unidos que están inhabilitadas por el gobierno chino o autoinhibidas para exportar al gigante asiático. La razón es la presencia –en muchos casos masiva– del virus entre sus operarios.
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