El Congreso Aapresid es caja de resonancia de muchos de los desafíos del campo, en particular las perspectivas y oportunidades para el desarrollo de los sistemas agroalimentarios.
En particular, “Los sistemas agroalimentarios de las Américas: perspectivas futuras y oportunidades para el productor” se abordaron desde por cuatro paneles, dos de los cuales se desarrollaron durante el primer día de la XXXII edición del Congreso Aapresid, que se desarrolla hasta este viernes, sección desarrollada en alianza con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
“El futuro de los sistemas agroalimentarios de las Américas”
Por la mañana, se realizó el primero de estos paneles, bajo el título “El futuro de los sistemas agroalimentarios de las Américas”. Estuvo integrado por Manuel Otero, Director General del IICA, Joachim von Braun de la Universidad de Bonn, Alemania; Izabella Teixeira, ex ministra de Medio Ambiente de Brasil y asesora del IICA; Rattan Lal, premio Mundial de la Alimentación 2020; y Kip Tom, ex Embajador de EEUU en FAO. El panel fue moderado por Roberto Bisang, economista consultor de organismos internacionales.
Al inicio, Otero, destacó que están construyendo “una alianza estratégica muy fuerte” con Aapresid, y profundizó en cinco ejes en los que deben concentrarse los esfuerzos. “La agricultura tendrá que asumir grandes desafíos en términos de seguridad alimentaria, crisis climática, nutrición, transición energética y el uso de los territorios”, precisó.
Por su parte, Texeira remarcó el rol de la política en la articulación regional. “Necesitamos medidas de adaptación de nuestros sistemas alimentarios y ello implica actuar como región”, argumentó. Y precisó que el cambio climático plantea desafíos de abordaje con particularidades en Latinoamérica que no están contempladas en los acuerdos internacionales y que deben entenderse desde una perspectiva más local.
A su turno, el alemán Von Braun, se centró en el aporte que puede hacer la bioeconomía, entendiendo que es más que una nueva tecnología agrícola, ya que también se puede aplicar a otros sectores como la construcción y la energía. En este sentido, aportó que el Foro Económico Mundial entiende la bioeconomía como «una respuesta para el desarrollo sustentable», basado en que «ofrece soluciones para el bienestar social» y promueve soluciones económicas a los productores, como los créditos de carbono.
Para Rattan, máxima autoridad global en ciencias del suelo, advirtió que “la revolución verde encontró sus límites”. Por ello la agricultura del siglo XXI debe amplificar la resiliencia del suelo, instalando la idea de agricultura regenerativa, que es un concepto, una forma de hacer en donde, como expresa el lema del Congreso “Todo está conectado”, puede brindar soluciones concretas hacia una “revolución verde 4.0”, con base en innovación ciberfísica, digitalización e inteligencia artificial (IA).
El panel lo cerró Kip Tom, quien agradeció de productor a productor el nivel de profesionalismo argentino al adoptar el sistema de siembra directa (SD). En su experiencia, la adopción de la SD significó pasar de levantar «32 sacos de maíz, cuando araban el suelo, a 140 sacos» que se logran actualmente.
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