Al lanzar la campaña de granos gruesos 2021/2022 el presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins señaló que la agroindustria representa el 67% de la exportación de bienes y genera 3,7 millones de puestos de trabajo. Asimismo, destacó que la agroindustria argentina está en condiciones de producir entre 180 y 200 millones de toneladas de granos y oleaginosas de manera sustentable. Para esto, subrayó la necesidad de tener reglas de juego claras, que incentiven la inversión. También, ponderó la importancia del trabajo del Consejo Agroindustrial Argentino en la búsqueda de consensos.
El panel Escenario y Perspectivas de la Campaña Agrícola 2021/22 inició con las perspectivas climáticas para el nuevo ciclo productivo, a cargo del ingeniero Eduardo Sierra, quien destacó las posibles adversidades climáticas que enfrentaremos durante este nuevo ciclo productivo. Con especial énfasis sobre el desarrollo de un nuevo escenario climático del tipo “La Niña”, la campaña podría registrar limitantes ambientales durante buena parte de la primavera.
Por su parte, el economista Juan Pablo Gianatiempo, resaltó la importante suba de los precios internacionales de los granos durante el último año, que situó las cotizaciones en niveles históricamente altos. “A pesar del aumento registrado en los costos de los insumos en lo que va del año, las señales de esta campaña son positivas para el incremento del área sembrada, especialmente para el cultivo de maíz”, indicó.
Con este panorama, Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, señaló que la superficie sembrada con cultivos extensivos en Argentina se incrementaría un 2,1%, hasta 34 millones de hectáreas, que permitirían una expansión de la producción de un 7,2%, alcanzando 129,8 millones de toneladas de granos, gracias a una recuperación de los rendimientos por hectárea. Por primera vez desde mediados de los noventa, se estima una mayor producción de maíz que soja desde el inicio de la campaña. Con un crecimiento del 8,9%, la producción de maíz alcanzaría los 55 millones de toneladas, convirtiéndose en el cultivo de mayor volumen producido, después de 6 campañas consecutivas de incremento del área sembrada. Por su parte, la soja continúa perdiendo superficie, por séptima campaña consecutiva, llegando a 16,4 millones de hectáreas, la menor de las últimas 15 campañas.
Entre las causas de estos movimientos se destacaron factores vinculados a las innovaciones de manejo en los distintos cultivos, como la diferenciación de fechas de siembra en maíz; a los movimientos en los precios relativos de los granos, los distintos niveles de derechos de exportación; y a la adopción tecnológica. En relación a esto último, Sofia Gayo, analista agrícola de la Bolsa de Cereales, manifestó que, a diferencia del maíz, el paquete tecnológico en torno a la soja muestra signos de estancamiento.
Estos cambios en la estructura productiva tienen consecuencias sobre el resto de los eslabones de la cadena de valor. El economista jefe de la Entidad, Agustín Tejeda Rodriguez, subrayó que la cadena del maíz continúa en crecimiento aportando al desarrollo económico, social y ambiental. Pero, por otro lado, llamó la atención sobre el estancamiento de la cadena de la soja, principal complejo exportador de la Argentina. “En los últimos años ha aumentado la capacidad ociosa al 40%, en una industria que ha realizado inversiones para moler más de 60 millones de toneladas”, agregó.
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