
La mayoría de los tambos argentinos trabajan hoy bajo un sistema de estaca en la crianza de los terneros, pero han llegado nuevas épocas, nuevas miradas de producción y consumo, que han permitido reflexionar y readecuar un sistema de trabajo que no está permitiendo sacar el máximo provecho en los terneros y que se contrapone con el concepto de bienestar animal. Sobre estos cambios, se profundizará en el Taller de Crianza que se llevará a cabo en Todo Láctea en el mes de mayo, de la mano de Georgina Frossasco, quien ahondará sobre un nuevo sistema de crianza que deberán adoptar los productores lecheros, no sólo para mejorar aspectos productivos tranqueras adentro, sino también para adaptarse a las demandas futuras que deberán adoptar las empresas, por responsabilidad propia, o urgidos por las nuevas demanda de consumo.
“El sistema de estaca en la crianza de los terneros, si bien es de bajo costo inicial, se ha demostrado que tiene muchos efectos negativos, por lo que en otros importantes países productores de leche ya está prohibido tener atados a los animales”, señala la especialista, poniendo el foco en el bienestar animal.
Profundizando en los motivos, Frossasco añade que, además, ya existen sistemas con mas ventajas, como el sistema de crianza de a pares. “Sobre éste vamos a hacer un poco hincapié en el taller, dado que ya se está implementando en países como EE.UU y Canadá”.
Si bien señala que aún en Argentina este nuevo sistema de trabajo es bastante reciente, en el INTA Rafaela ya se ha adoptado: “Hemos cambiando del sistema de estaca con corredera a este sistema de crianza de a pares (foto principal), hasta los 15-20 días, el cual luego se pasa a un sistema de crianza colectiva”; precisó.
Ventajas de la crianza a la par y colectiva
Frossasco señala que “se ha demostrado que hay mayores consumos, relacionados a mayor ganancia de peso en este sistema. Además, la sociabilización del ternero permite que el animal esté menos estresado y desarrolle un comportamiento más normal, impactando en mejores tasas de crecimiento”. A ello, subraya, se le suma un mejor desarrollo cognitivo, que tienen implicancias en la adaptación que van a tener esos terneros a los cambios dentro del tambo.
Por el lado del recurso humano abocado a la tarea, la técnica destaca que los principales cambios se observan en la manera de mover los animales, donde se ahorra mucho tiempo; así como también a la hora de brindar los alimentos. “Además, se debe estar atento a otros trabajos que, por ahí en estaca no se tenían en cuenta, como por ejemplo que la crianza de a par se debe hacer dentro de una determinada estructura, de camas, que deben cumplir ciertas condiciones”.
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