Las gremiales del campo lograron una promesa de obra pública tras su encuentro con el gobierno

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En horas de la tarde del lunes, se dio una reunión entre las autoridades de la Mesa de Enlace, conformada por cuatro entidades gremiales del sector agropecuario, y autoridades del Gobierno Nacional.

Durante la reunión, que se esperaba que la agenda esté cooptada por el reclamo por la eliminación temporal de retenciones, y los cambios para poner en funcionamiento el nuevo INTA, el gobierno llegó con un anuncio, que luego hizo circular a modo de comunicado de prensa.

Según lo que explican desde el oficialismo, el Gobierno Nacional informó a las entidades del agro que comenzó a realizar obras de dragado en la Cuenca Interprovincial del Río Salado, obra parada que mantiene bajo agua a diversas comunidades rurales de una vasta zona de la provincia de Buenos Aires.

De acuerdo a lo que explicaron desde el gobierno, que sorprendentemente anunció el retorno de la obra pública, esto “permitirá prevenir inundaciones, mitigar sequías y mejorar el manejo del recurso hídrico a través del ensanche y profundización del cauce, reservorios y nuevas secciones de conducción”, algo que los productores y autoridades vienen explicando y reclamando desde hace años.

La comunicación oficial explica que la primera etapa de esta obra comprende 33,4 km de dragado entre el cruce del río con la Ruta Nacional N° 205 y la localidad de Ernestina, ubicada en el Partido de 25 de Mayo. Se trata de un reclamo histórico del agro por la continuidad de las obras, lo que permitirá evitar anegamientos, inundaciones y pérdidas millonarias.

El anuncio se da en medio de un malestar generalizado en las localidades afectadas, principalmente en 9 de Julio. En total, de acuerdo a Carbap, hay un estimado de 3 millones de hectáreas afectadas, entre una gran parte bajo agua, y el resto inaccesible por tener las vías rurales bajo agua.

Desde hace décadas, la solución técnica es conocida y tiene nombre propio: el Plan Maestro Integral de la Cuenca del Salado. Un megaproyecto diseñado en los años 90, destinado a ser el dique de contención definitivo contra los ciclos de inundaciones y sequías. Sin embargo, su historia es un monumento a la inacción. Concebido como una política de Estado, fue degradado a una moneda de cambio en la disputa política. Su ejecución avanza a cuentagotas, se frena con cada cambio de gobierno y se convierte en un arma arrojadiza en la perenne batalla entre la Nación y la Provincia.

Hoy, mientras los productores ven cómo el agua se lleva su capital, la escena se repite con una crudeza asombrosa. El gobernador Axel Kicillof apunta a la Casa Rosada, denunciando un recorte brutal de la obra pública y la retención de fondos de emergencia por parte del gobierno de Javier Milei. Desde el gobierno nacional, la respuesta se enmarca en la austeridad fiscal. Los productores rurales, atrapados en el medio, denuncian que los fondos específicos del “Fondo Hídrico” estarían siendo desviados para cubrir otras necesidades fiscales. El agua espera, las obras no llegan y la culpa se diluye en un pantano burocrático.

La obra de dragado en la Cuenca Interprovincial del Río Salado tiene una extensión de 760 km y se ha desarrollado en distintas etapas atravesando las provincias de San Luis, Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires.

El proyecto incluye movimientos de suelo por más de 19 millones de m³, que permitirán prevenir inundaciones que históricamente afectaron a municipios y áreas productivas, recuperando 5 millones de hectáreas cultivables.

Al finalizar la reunión entre la Mesa de Enlace y el Gobierno Nacional, la presidenta de Federación Agraria Argentina, Andrea Sarnari manifestó: “Nos informaron que la obra hídrica del Salado empieza su ejecución en el día de hoy, así que esa ha sido una buena noticia después de tanta gestión que hemos hecho, pidiendo que efectivamente esa obra hídrica se finalice, más en un contexto donde la provincia de Buenos Aires está inundada y con muchísima lluvia encima de los campos. Así que para nosotros eso es una noticia que alienta, aunque sabemos que la obra va a demorar aproximadamente un año en ser ejecutada definitivamente”.

Por su parte, Carlos Castagnani, presidente de CRA, aseguró: “Nos dieron un escrito con un mensaje que contenía todos los detalles de la obra. Es una buena noticia, es importante, una obra que era esperada y que hacía mucho que esperábamos que se termine ese tramo para para que la obra empiece a funcionar”. Fuente: Bichos de Campo

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