El trigo entrerriano para esta campaña se produce sobre unas 600.000 hectáreas y al ponderar su estado general, en las últimas dos semanas bajó 10% el área clasificada dentro de las categorías de buena a muy buena. Y la fenología se encuentra en una etapa que va desde la antesis hasta el llenado de grano.
Desde la Bolsa de Cereales precisan que sólo el 16% se deja ver muy bueno, 54% están buenos, regulares el 26% y malos el 4%. Este declive se atribuye principalmente al estrés hídrico que afecta al cultivo, agravándose especialmente en la zona oeste de la provincia. En dicha región, la suma de las categorías buena - muy buena sólo supera el 50 % en el departamento Victoria, mientras que en los departamentos de Diamante, Nogoyá y Paraná se ubica por debajo.
Además, se ha observado que la cantidad de días nublados, junto con la elevada humedad ambiental, ha propiciado el desarrollo de enfermedades fúngicas en el cultivo de trigo. Como respuesta, se están implementando tratamientos curativos para abordar estas enfermedades. Además de roya, se ha detectado la presencia de Fusariosis de la espiga, lo que agrega una preocupación adicional.
Por otra parte, los colaboradores reportan que, en sitios puntuales dentro de los lotes, se observan daños por heladas, asociado fundamentalmente a zonas bajas.
Suman que si bien no se han registrado descensos térmicos importantes, ya que solamente el 05/Set la media se posicionó levemente por debajo de 3 oC (helada agronómica) se registraron tres días donde hubo leve descensos térmicos y que pudieron haber afectado al cereal, dependiendo la etapa fenológica y sobre todo la ubicación en el relieve.