La Bolsa de Comercio de Rosario elevó sus estimaciones de proyección para los cultivos de soja y maíz en Argentina. Para la oleaginosa, se destaca un aumento de 1Mt, por lo que ahora se pronostican 55 M tn a cosecha; en tanto que en maíz se actualizó en 2% la cifra, pasando de 49 a 50 M tn.

El estado de los cultivos de soja de primera eleva la vara de los rindes y permiten estimar un rinde promedio nacional de 32,4 qq/ha. Se trataría del segundo mejor rinde en la historia del cultivo, ubicándose por detrás del record del año pasado, cuando la soja Argentina alcanzó los 33,7 qq/ha.

Hay algunas dudas sobre los sectores del este en el sur de Buenos Aires, Entre Ríos y sur de Santa Fe que quedaron marginados del auxilio de estas últimas lluvias con numerosos cuadros en condiciones regulares y malas. Pero en el resto del país, las buenas a muy buenas condiciones de los cultivos de primera y de segunda gracias a las oportunas lluvias que desbarataron los efectos de la gran ola de calor de la semana pasada. Todo esto permite estimar a la producción de soja argentina en 55 Mt.

Santa Fe encabeza los rindes en soja y alcanzaría un promedio de 37 qq/ha. En un escalón por debajo, les sigue Córdoba y Buenos Aires con 35,0 y 32,3 quintales respectivamente.

Se afirma la segunda mejor campaña de maíz en Argentina

Con un rinde de 82,0 qq/ha a nivel nacional, se estima 50 M de Tn la producción de maíz 2019/20. Este año el volumen cosechado apenas quedará por debajo del record de año pasado en un 3%. Es destacable el estado de los cultivos de Córdoba. Las expectativas provinciales van en suba, ascendiendo 4,6 quintales por sobre la marca del mes pasado, con 88,6 qq/ha. Entre Ríos es una de las pocas provincias que cae respecto al mes pasado 6 qq/ha, pasando a un nivel de rinde unitario de 62 qq/ha. En Buenos Aires, se espera una mejor cifra con 2,0 quintales más. El rinde bonaerense trepa a 86,7 qq/ha. Santa Fe se mantiene liderando el pelotón, con 98,3 qq/ha, subiendo en este mes 1,2 quintales. En la región central los maíces de segunda, aceleran su desarrollo y mejoran sus condiciones tras las nuevas lluvias. Todo esto permite mejores expectativas de la campaña, arrojando un millón más de toneladas de producción que hace un mes.