Tan innovadores como porfiados, el productor Adolfo Weber y su ingeniero agrónomo Pablo Guelperín encararon el desafío de producir granos bajo las normas de la agroecología y comparan resultados con lo hecho en un lote vecino donde aplican los dictados de las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA).
“No es vistoso pero da resultados” dijo el asesor al dar cuenta para Campo en Acción de lo hecho en la zona de Quebracho, en Paraná Campaña.
En este invierno que ya se fue reemplazaron la aplicación de agroquímicos cultivando vicia y avena: “Las malezas se controlaron por simple competencia, se redujo el uso del tractor y el suelo sumó nutrientes”, enumeró el profesional. Donde las BPA gobiernan ejecutaron “el mejor manejo agronómico disponible para reponer nutrientes devolviendo al suelo lo que le sacamos y reduciendo agroquímicos al mínimo”.
“El manejo inteligente es la clave” sentenció Guelperín, quién describió la estrategia elegida con una simpática cita: “Hacemos un manejo holístico, mirando lo mejor para el campo y el ambiente”.
La gran cantidad de abejas que acompañaron la recorrida de Campo en Acción y la fauna silvestre a la vista dan cuenta de lo amigable del modelo con el entorno. Pero no todo es amor.
A dos años de iniciada la experiencia los resultados económicos aceptables no están a la vista. “Insistimos e insistiremos, estamos en una transición” coincidieron en afirmar el productor y su asesor.
Ver tambien: Sorgo en Entre Rios: Experiencia de un productor de mente abierta https://bit.ly/351Q7ug
Weber fue determinante al fundamentar su elección: “No vamos a abandonar porque nos gusta esto y damos un mensaje claro a la sociedad. Trabajamos sin agroquímicos ni fertilizantes y estamos aprendiendo”.
Tras cartón, con lógica razonó al precisar que “el fanatismo no sirve, hay que ser inteligentes con el manejo. Cuando, por ejemplo, no se dispone de abono natural hay que usar fertilizante con inteligencia”.
Esta historia empezó hace ya algún tiempo, cuando se prohibió el uso de insumos químicos en las inmediaciones de las escuelas.
Así las cosas, el agricultor con 40 años de trayectoria se puso a cultivar con reglas 100% ecológicas sobre un lote con una antigüedad agrícola de al menos 120 años donde las prácticas mixtas no son opción. Y muestra lo que va logrando al combinar su propia experiencia con lo que aprende en compañía de su asesor. “Estamos recuperando el suelo, hay que admitir que se hicieron cosas muy mal y que hay que cambiar; como dijo el expresidente uruguayo Pepe Mujica, triunfar es levantarse cada vez que uno se cae” remató con una cuota de mística.
El plan sigue con la siembra de soja de segunda. “No nos gusta mover el suelo pero para evitar cualquier tipo de contaminación lo estamos haciendo” sentenció el sembrador antes de avisar que insistirán en el modelo ecológico apostando al manejo: “Estamos en una transición, las cosas se hacen andando; sabemos que nos va a llevar algunos años pero lo vamos a lograr”.
Campo en Acción sigue esta experiencia productiva desde el inicio. En una entrevista anterior con Weber se impuso la consulta de rigor:
-¿Cómo nació la idea de estos ensayos?
-No fue idea mía sino que todo se inició cuando apareció el primer fallo de la justicia que prohibía la aplicación de agroquímicos a 1000 metro de las escuelas y acá tenemos una escuela a 30 metros del campo. Teníamos que pensar que hacer con el campo. Fui a varias reuniones en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y el INTA. No sabíamos qué hacer. Entonces pensamos en que si teníamos que volver a mover los suelos era un desastre que genera costos y el agua se lleva los nutrientes. Se nos ocurrió pedir que ambientalistas vengan a producir sin agroquímicos, en un lote de 19 héctareas. Se los daba gratis por cinco años y yo aprendía a hacer las labores. Esto tuvo muy buena repercusión en un comienzo, me llamaron varios pero no apareció nadie para producir agroecológicamente. Pasado un tiempo entramos en el tema nosotros.
Daniel Aguilar / Campo en Acción