
Maíz, forrajes, balance de carbono e impuestos son cuatro de los aspectos que se abordaron en la Jornada de Capacitación Anual, organizada desde el Círculo de Ingenieros Agrónomos de Victoria. A juzgar por la cantidad de asistentes, la propuesta atrapó la atención de los profesionales entrerrianos.

Gustavo Ferraris llegó a la ciudad de las Siete Colinas desde INTA Pergamino para hablar acerca de la producción de maíz post sequía. El experto abordó en particular los ajustes que se imponen en el manejo del cultivo y su nutrición.

“Después de un año lamentable para la Región Pampeana, los pronósticos indican un cambio con precipitaciones hasta por encima de la media” tiró como para entusiasmar y fue por más al afirmar que “el ciclo anterior dejó minerales y fertilizantes disponibles en el suelo porque no se utilizaron y eso plantea un crédito, una probable disminución de costos”. Queda por ver si efectivamente tal cosa sucede y se puede definir un umbral de rendimiento.

En esa línea insistió, como en casi todas las notas técnicas de Campo en Acción, con que el análisis de suelos es esencial y fue al lugar común, también: “Es una herramienta muy antigua que nos da una idea del nivel de salud del suelo”. Sin embargo, no es todo lo popular que querrían los especialistas.

Sentenció que los indicadores sirven para estar al tanto de la presencia de nutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre y el nivel de acidez, calcio, magnesio y potasio. “El nitrógeno, a excepción de la soja, es el más deficitario en los cultivos y concentra la mayor inversión y en este ciclo hay y en gran cantidad”, especificó el experto.

Al hablar de manejo subrayó que el aumento de la población de plantas es pernicioso si no está acompañado con más agua y nutrientes porque, -dijo-, genera una competencia entre plantas y perdida de rendimiento individual. En resumen, no es una buena decisión.

Por su parte, Mariano Oyarzabal, docente universitario y en Conicet dio cuenta de una novedosa herramienta que sirve a la ganadería de precisión. Se trata del seguimiento forrejero con el uso de satélites.
Al exponer sus razones dijo que conocer la producción e forrajes es clave, a pesar de los compleja que pueda resultar la tarea si se la encara con instrumentos tradicionales. En cambio, si se utilizan satélites todo cambia. Concretamente, aseguró que el objetivo es llegar a una ganadería más precisa; la productividad se mide en kilos por hectárea y por día. En cambio, sumó, la disponibilidad es saber cuánta biomasa hay en un momento. Y remató con que poder estimar a partir de satélites es un camino.

Determinó que “los promedios son diferentes entre potreros y hacerlo con satélites es de bajo costo. El método tradicional es muy trabajoso y genera un sistema poco realista. Con los satélites se puede medir la producción forrajera en cada sitio y en todo momento”.

De la gestión fiscal se ocupó Mariano Echegaray Ferrer, director de Agroeducación y productor agropecuario. El hombre transformó un tema tedioso como son los impuestos en un atractivo motivo de conversación e intercambio con los profesionales. Sucede que todo se resumió a una suerte de consejos para mejorar el negocio desde la gestión fiscal.

“El Estado se lleva el 80% de la renta agrícola, -Ganancias algo más del 20% y las retenciones representan el 9%-, es un botín demasiado importante como para que el gobierno quiera resignarlos de no mediar una restricción del gasto” determinó al poner las cosas en contexto. Al platear salidas macro, dijo que “una reforma impositiva que tenga resultados y que rompa con los más de 180 impuestos vigentes debe ser fruto de un acuerdo. Una reforma sin trabajar en la ley de coparticipación va a dejar gusto a poco y será más de lo mismo”.

A Campo en Acción contó que “los asesores nos brindan información, son un nexo necesario en el negocio agrícola y con su ayuda es posible pensar en impuestos para tener ahorro fiscal”.

En opinión del especialista “los productores no saben, a veces, que a los impuestos los tienen recontra pagados a través de anticipos, pagos a cuenta de combustibles, saldos de libre disponibilidad, todo el abanico de retenciones que va haciendo el Estado. El momento de recupero de esos créditos permite ordenar los flujos de fondos. Ordenar para estar en el marco de la Ley es la tarea”.
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