
Desde la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa), expertos trabajan en un plan de prevención y control de la enfermedad de Aujeszky; flagelo que afecta la producción porcina.
En diálogo con Campo en Acción, por LT 14 Radio Nacional General Urquiza, Maricel Ramos precisó que “nos motiva trabajar desde lo técnico la presencia del virus, del cual lamentablemente tuvimos un caso positivo en una granja entrerriana”.
La especialista del Colegio de Médicos Veterinarios de Entre Ríos, quién a su vez trabaja para el gobierno entrerriano, ponderó que “para esta enfermedad se hacen controles obligatorios cada seis meses, en el caso de las granjas comerciales, para declararlas como negativas”. Subrayó que “en las granjas que comercializan genética porcina, los controles son cada cuatro meses, teniendo la obligación de estar libres de esta enfermedad”.
Describió que “es un virus que no produce una sintomatología específica en las granjas, pero que representa una alta peligrosidad ya que afecta muchísimo a la producción generando abortos y problemas nerviosos en los animales”.
Del brote en la provincia detalló que “ocurrió en una multiplicadora de genética y a, afortunadamente, se activó de manera rápida una alarma desde el Senasa para comunicarse con las granjas que habían recibido esta genética -dos en el caso de Entre Ríos, en la zona de Conquistadores-; e inmediatamente se le requirió al veterinario responsable de la granja que hiciera los sangrados correspondientes. Asimismo, se están tomando todas las medidas y recaudos necesarios para evitar en lo posible que el virus se siga diseminando”.
La profesional dijo que, en general, lo más importante a la hora de controlar la enfermedad de Aujeszky es que las granjas cuenten con una cuarentena, donde los animales puedan ser analizados antes de ingresar con el resto de los reproductores. De ese modo, uno puede evaluar o no si se presenta alguna enfermedad, aunque siempre es bueno aclarar que esta enfermedad no produce ningún tipo de contagio ni problema en el humano cuando se consume la carne infectada. Sumó los cercos perimetrales y mantener el cuidado sanitario de los transportes, ya que estos camiones son factores de riesgo de contagio de una granja a otra. Los técnicos deben entrar a las granjas con vacío sanitario y respetar los filtros, cambiándose de ropa y usando las duchas.
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