Para el Servicio Meteorológico Nacional el retorno de La Niña es cosa segura. Al menos tal cosa se desprende del pronóstico climático trimestral, con las previsiones de lluvias y temperaturas correspondientes al período julio-septiembre.

En todo el país, a excepción del NOA (donde tradicionalmente es una estación seca), la proyección de precipitaciones para estos meses es deficitaria.

Concretamente, especifican desde el sitio Infocampo, en todo el centro y norte de la Patagonia, en la franja central del país y en el norte se aguarda una probabilidad de ocurrencia de precipitación normal o inferior a la normal, mientras que en el norte del Litoral y sur de la Patagonia directamente se estima un régimen inferior al normal para esta época del año.

En tanto, en lo que respecta a la probabilidad de ocurrencia de temperatura media, es normal la estimación para Entre Ríos, centro-sur de Santa Fe, Córdoba y sur de Patagonia.

En tanto, el informe de perspectivas agroclimáticas estacional que elabora mensualmente el especialista Eduardo Sierra para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, marca que las últimas lluvias que ocurrieron en días recientes fueron “gracias a una persistencia tardía de El Niño”, que es lo que permite que el tramo final de la siembra fina se encare con buenos contenidos de humedad en los suelos.

Sin embargo, el reporte confirma que La Niña ya está acechando: “La campaña agrícola 2024/25 se inicia con el desarrollo de un episodio de signo negativo, que podría ir desde un ‘neutral frío’ hasta una ‘La Niña”, indica Sierra.

De acuerdo con el experto, es lo que marcan la mayoría de los centros científicos, en base a las anomalías térmicas negativas que exhibe el Océano Pacífico Ecuatorial, cuyas temperaturas son las que definen cuando es Niño (si se calientan) o Niña (si se enfrían).