Marcos Bettoni detuvo la marcha de su cosechadora a pedido de Campo en Acción en la tarde de este miércoles. El motivo de la requisitoria: hablar sobre el rendimiento de sus espigas de trigo para conocer el desempeño del grano fino en una zona de Entre Ríos donde la falta de agua también dejó su marca, como en casi todo el país.
Antes de hablar de quintales, el productor precisó: “A este trigo lo sembré a mediados de junio, es una variedad Tauro sobre la que aplicamos una estrategia de manejo que demandó 80 kilos de diamónico a la siembra y 150 kilos de urea en el macollaje”.
También especificó que “con menos de 350 milímetros de lluvia en el período que va de la emergencia a la cosecha, el trigo no responde todo lo que puede y acá tuvimos no más de 200 milímetros, con el agregado que las últimas precipitaciones fueron con el trigo ya madurando”.
De los resultados logrados aportó: “En algunos lotes recogimos 36 quintales por hectárea y en otros de 12, es muy dispar todo en esta campaña. En este lote estamos sacando 28 quintales”.
Para suerte de la familia que da vida a la empresa agropecuaria de los Bettoni la planificación les ofrece un plus, dado que cuentan desde hace tiempo con acopio propio, condición fundamental para comercializar en el momento en que ellos lo consideren apropiado.
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