Con las uvas blancas Chardonnay empezó la recolección de frutos en el establecimiento Los Aromitos, ubicado en las inmediaciones de Colonia Ensayo, Departamento Diamante. La tarea expresa un nuevo modo de producir riqueza en suelos entrerrianos, incluso emparentados con otra industria en pleno desarrollo en la región, tal el caso del turismo.
“Estamos satisfechos con lo hecho en materia de desarrollo de las plantas. Prestamos atención al cuidado” contó Noelia Zapata a Campo en Acción. La emprendedora aportó que los vinos entrerrianos ya trascienden y se impulsan de la mano de la asociación que nuclea a los productores.
Enumeró que Entre Ríos alberga, de modo registrado, 41 viñedos, cuatro bodegas, siete elaboradores artesanales y 11 viñateros de vinos caseros. Admitió que recién despunta el posicionamiento de la actividad, pero subrayó que desde el puntapié fundacional que dio el viñedo Vulliez Sermet en 2007 crecieron exponencialmente.
En Los Aromitos, por caso, ya logran vinos con una graduación alcohólica de 15 grados, “lo que permite, -complementó-, demostrar que con el cuidado de la planta y el raleo se puede concentrar el arma y color”.
Zapata sumó que los vinos entrerrianos son diferentes, incluso entre ellos mismos según pasan los años: “Si bien la cepa es la misma, hay cambios en el ambiente que se traducen en el producto final. Un buen vino depende de la fruta, el hombre y el clima”.
Contó que la difusión de lo que hacen los emparentó con el turismo provincial y esa sociedad parece definitiva. “Esto es muy bueno” razonó la mujer que proyecta su establecimiento a largo plazo. “Los viñedos atraen al turista y en eso trabajamos junto a las autoridades de la Provincia”, remató.
Las marcas comerciales con las que aspiran dejar huella son Ara y Tagüe, “nombres guaraníes con los que hemos querido rendir homenaje a los pueblos originarios” definió. Sin embargo, sumó que “hay mucho por aprender y es un compromiso seguir adelante, nuestra familia está comprometida en esto. Sabemos que el viñedo nos va a trascender”.
Tanto quiere evolucionar que ya da los primeros pasos en la organización de la Fiesta de la Vendimia de Colonia Ensayo. “Se debe hacer todos los años en el mes de marzo y con las autoridades municipales hablamos de trabajar juntos para impulsar a la actividad y destinar la recaudación a mejorar los servicios de la zona, como seguridad y caminos”.
La recorrida de Campo en Acción por Los Aromitos coincidió con la de Sergio Sacia y Miguel Isasmendi, especialistas del Instituto Nacional de Vitivinicultura. Ambos trabajan en la recolección de muestras para consolidar un ambicioso plan: concretar una base de datos de alcance nacional donde queden consignadas las características de los viñedos de las diferentes regiones del país.
Por el andarivel de los temas productivos Mauro Jacob especificó que la sequía de este enero que ya se fue los obligó a regar los cultivos. “Estamos contentos con la calidad de uva que logramos” tiró y siguió: “desarrollamos las variedades tintas que más se adaptan a este suelo como malbec, tannat, syrah y marcelan, y en blancas chardonnay”. Por si fuera poco, también producen para comercializar la fruta.
Tras contar que las plantas pueden vivir más de 100 años si son bien cuidadas, determinó que en el lugar trabajan con el asesoramiento de expertos de la República Oriental del Uruguay, quienes los acompañan en el proceso de crecimiento.
Puso en valor el manejo mecánico de las malezas tanto como el control sanitario que se sostiene en el monitoreo constante. De las particularidades deslizó que “los pájaros afectan a las plantaciones y se controla con mallas para evitar que lleguen a comer los frutos”.
Jacob subrayó que el momento clave es la poda, que sucede entre julio y agosto, y en sus palabras, esa acción de manejo “define el perfil del cultivo, es la decisión más importante”.
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