La Juanita, de Ojea Rullán; La Veranada, de Fagalde de Garcia; El Cerrillo de Olarra; Roquito de Leonardo Pessolani y Don Goyo - La Oca de Fichman y Pessolani son las cabañas que en agosto le darán vida al remate Entre Angus que se realizará en Chajarí. “El nombre es la combinación de nuestras pasiones, como la raza que elegimos para producir y la provincia donde lo hacemos” contó a Campo en Acción Julian Pessolani al dar cuenta de la cita ganadera que organizan para promover ejemplares de la raza logrados en Entre Ríos. “La idea es tener propuestas para los productores más exigentes” sentenció.
Durante la visita a cabaña Don Goyo, ubicada en Lucas Norte, Vilaguay; el médico y entusiasta ganadero Pablo Fichman contó que al establecimiento lo inició su suegro con animales Brangus tres octavos que resultaron muy reconocidos para sumarlos a esquemas productivos en la región. Él mismo relató una porción de la historia del lugar: “Cuando me tuve que hacer cargo busqué ayuda en expertos como Leonardo y Julián Pessolani, ellos me asistieron en la mejora genética y desde ese momento me involucré mucho con Angus. No paramos más, es fantástico ver la evolución de los animales”.
La mitad de la explotación se dedica a la agricultura y en el resto imprimen esmero y esfuerzo a la cabaña y el rodeo general donde pastan Angus negros y colorados. Describió que “la raza se adapta muy bien, los animales son mansos, de gran fertilidad y bajo mantenimiento; realmente es muy bueno el manejo”.
El esquema de alimentación de la vaca de cría es en campos de monte con rotación en pasturas; y suplementan si el clima así lo ordena. De la actualidad reciente dijo que “el tacto de las vaquillas de primer servicio dio arriba del 90% de preñez”.
La idea de formar una cabaña resultó del trabajo a campo con animales puro controlado y la compra de un toro fue un paso más hacia la búsqueda de la perfección en su región, la verdadera misión de cualquier cabañero que se precie. Profundizaron el rumbo con la ayuda del experto Carlos Ojeda, quién los ayudó para sumar vaquillas pedigree.
En eso andaban por 2014 cuando, ya en 2015, empezaron a competir y se encontraron con que los jurados los honraban con premios de grandes campeones, tres primeros puestos e incluso un par de veces fueron segundos. No se bajaron más de la cresta de la ola y Fichman así lo interpretó: “Han salido buenos toros, uno los quiere a todos, pero algunos son realmente muy buenos, como Príncipe, que es un distinto y ganó en la exposición de Villaguay”.
“El objetivo es evolucionar y mejorar en genética; el núcleo es chico pero seleccionado”, especificó Pessolani y una de las estrategias elegidas es trabajar con tiempo, paciencia y dedicación. “En la búsqueda de un sello propio para la cabaña participamos de la Prueba Pastoril del Litoral de Angus y en las exposiciones. Lo cierto es que nos va bien en ambos”. Subrayó que el plan es obtener ejemplares que se desempeñen bien campos de la región.
Conforme con lo hecho contó también que “el animal de esta cabaña tiene clase, logramos reproductores con profundidad de costilla, blandura y buena cabeza. Todo debe indicar que es un muy buen Angus”. A las hembras las prefiere estilizadas, de cogote largo, fino y poco cargada, de cabeza chica y que sea más ancha de atrás que de adelante.
“Nunca nos quedamos, en la genética siempre queda algo por mejorar. En los detalles está la diferencia. Estamos muy conformes con lo hecho”, aseguró y remató: “Más allá de la selección visual la obtención de índices es clave. Las pruebas pastoriles hacen foco en números que avalen lo hecho a campo”.
A modo de cierre el especialista puso en contexto el trabajo del último año al remarcar que la pandemia hizo que los remates se concreten por vías alternativas, apelando a la tecnología digital. “La tribuna de los remates ya no es física, es virtual. Los cambios llegaron para quedarse”.
Daniel Aguilar / Campo en Acción
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