Si bien enero, por una cuestión estacional, suele ser un mes de menor producción, para los productores la sequía, que afecta la disponibilidad de forraje e influye sobre la producción de las vacas en ordeñe, agravó la merma productiva.
Para Marcelo Aimaro, integrante de la Mesa de Productores de Santa Fe, pese que siempre para fin de año hay una merma de la productividad del sector, la falta de precipitaciones complicó la alimentación en los tambos.
"Los problemas de sequía y las altas temperaturas influyeron en un descenso aún mayor de la producción. La suba del dólar, en conjunto con las escasas y malas reservas por sequía, impactarán en los cereales e insumos en los próximos meses", señaló.
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