La campaña agrícola fina de trigo y cebada va a "hacer sufrir" a los productores desde el punto de vista climático y, si bien "la potencialidad" para recuperarse está presente, se transitará "en el límite", sostuvo Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Al disertar en el seminario sobre "agrotendencias" que organiza la Federación de Acopiadores en la sede de la Bolsa, Sierra sostuvo que "no va a ser un año inundante" y que las expectativas por la llegada de El Niño son exageradas, ya que se tratará de "un niñito" que, si bien mejorará la situación respecto de la actual sequía, no será un cambio contundente.
"Para los próximos 15 años tendremos que aprender a trabajar con climas como éste y trabajando bien se pueden hacer muchas cosas pero, si seguimos esperando años con excesos hídricos, nos vamos a quedar con las ganas", aseguró.
Sierra destacó que en la costa del Pacífico, a la altura de Perú y Ecuador, la temperatura del océano aumentó dos grados, lo que significa que "el famoso Niño está", pero señaló que, a su vez, sus efectos serán neutralizados por las temperaturas del océano antártico, donde, señaló, "el frío juega en contra".
En consecuencia, anticipó que lo que se viene para la campaña fina "no va a ser un Niño inundante" y agregó: "Podrá serlo en febrero o marzo (de 2024), pero no ahora".
En un repaso de la situación pronosticada para los próximos meses, indicó que, en junio próximo, "llega la caballería" y mejorará las condiciones de humedad, pero "no es el Niño inundante" sino "un Niñito".
Luego de un julio en el que "se mantiene la humedad", Sierra remarcó que, de acuerdo con las previsiones meteorológicas, agostó será "el primer mes en el que más o menos habrá agua en todas partes".
Como conclusión, sostuvo: "La campaña fina nos va a hacer sufrir; la potencialidad está, pero vamos a estar en el límite".
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