La industria global de la maquinaria agrícola se enfrenta a uno de sus peores años en más de diez años, con el 2024 siendo calificado como un periodo extremadamente desafiante. El principal factor que está generando un impacto negativo en el sector es el notable aumento de los costos logísticos, especialmente en lo que respecta al combustible y al flete. Este incremento en los gastos operativos no solo afecta la producción, sino que también tiene repercusiones directas en la comercialización de los equipos agrícolas, generando una desaceleración en la actividad comercial a nivel global.
El alza de los costos de transporte y energía, que han alcanzado niveles históricos, ha elevado considerablemente el precio final de los productos, dificultando el acceso de muchos productores y empresas del sector agrícola a la maquinaria de última tecnología. En un contexto donde la eficiencia y la innovación son clave para mantenerse competitivos, el encarecimiento de los insumos y la infraestructura logística complica aún más las estrategias de expansión y modernización de las flotas agrícolas.
Este panorama plantea retos importantes para los fabricantes de maquinaria agrícola, quienes se ven obligados a repensar sus modelos de negocio y a explorar alternativas para mitigar los efectos de estas tensiones económicas. Además, las expectativas para el futuro cercano no son favorables, ya que el costo de los insumos continúa presionando las márgenes de ganancia, lo que podría generar una reducción en la inversión en nuevas maquinarias y un retraso en la renovación de equipos en muchos países.
Al ser consultado por éste tema, el Director del portal Maquinac, Néstor Sargiotto, señalo que "En Argentina las máquinas tienen un 50% de sobreprecio respecto de valores históricos". Además, mostró preocupación ante la importación de maquinaria que muchas veces es pasada por usada a un precio muchísimo más bajo, lo cual podría destruir la industria nacional. Fuente: Todo Agro
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