
Después de muchos años con una actividad estancada, en el mercado inmobiliario rural se preparan para alzar las copas y chocarlas con fuerzas en este final de 2024. Sucede que los últimos meses han confirmado un evidente repunte de la actividad, que todo indica continuará en 2025.
Un parámetro es el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (Incair) que elabora mensualmente la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) y que el mes pasado se ubicó en 65,9 puntos, el valor más alto desde que este indicador comenzó a elaborarse, que fue en noviembre de 2013, según se informa desde el sitio Infocampo.
De todos modos, no es el más alto de la historia, ya que la base de la que parte el Incair es 97,5 puntos, que corresponde a septiembre de 2011, que en el sector reconocen como el mejor del que se tenga recuerdos.
En este marco, la entidad aseguró que “continúan incrementándose las consultas y las visitas a los campos” y remarcó: “La demanda de inversores está muy firme”.
Esto puede derivar en una presión sobre los precios, ya que, del otro lado, “se observa menor oferta y sobre todo falta de nuevos campos en venta de buena calidad”.
Esta suerte de “boom” de inversiones en tierras ya había sido subrayada también por el experto Ricardo González, durante la primera edición de AgroManagement, un encuentro para empresarios agroindustriales organizado por Infocampo junto a La Rural SA.
“En el último año, se deben haber transado cerca de 500 millones de dólares en campos”, dijo González, y su explicación fue que los precios de los inmuebles se desacoplaron del resto del mundo, ya que mientras en países competidores como Brasil, Estados Unidos o Australia la tierra triplicó su valor, en Argentina bajó y recién ahora se está viendo un rebote, de entre un 8% y un 10%.
“Es la estrella del momento, es lo que estamos hablando todas las semanas con muchos clientes y potenciales clientes”, resumió.
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