En el marco de la jornada realizada en Veterinaria Hernández, Gustavo Miguel Blengino, médico veterinario de la empresa Zoetis, habló con Campo en Acción sobre el presente del sector tambero, la incorporación de tecnología y las perspectivas a futuro:

Es una empresa que se creó hace seis años, desde 2003 trabajo como médico veterinario de campo. Trabajo en la zona de Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero específicamente en reproducción bovina, particularmente capacitamos a veterinarios para que puedan desarrollar bien la técnica y también brindamos charlas a productores.

Tambos: tecnología y manejo

“Los tambos argentinos, a nivel Latinoamérica, son los más tecnificados han incorporado la inseminación artificial hace muchos años, así como también la de tiempo fijo, obteniendo buenos resultados y de esa manera tratar de que financieramente no impacte tener una vaca vacía en medio de una lactancia larga”, destaca el veterinario.

“Los que han adoptado la Inseminación Artificial a Tiempo Fijo (IATF), provoca que empieces a trabajar bien en todas las áreas porque te obliga a ordenarte. Los resultados que se obtienen son muy importantes desde el punto de vista reproductivo y esto impacta en lo productivo”, resalta Blengino

Podemos decir que practicante el 50% de los tambos hace un protocolo de IATF. En cría Argentina es uno de los países que más insemina en el mundo – alrededor del 12/15% del total de hembras disponibles, alrededor de 3 millones de vacas que hacen inseminación artificial a tiempo fijo.

¿Por qué este número no se refleja en la parición?

Porque particularmente el campo que lo adopta viene haciendo otras cosas como tacto, una revisación de toros, entonces lo que tratamos de hacer que la inversión en genética y sanidad es lo que menos impacta y más produce. El problema grande que si no haces en tiempo y forma un tacto o no tomas una decisión en el momento para preñar una vaca es imposible lograr tener la mayor tasa de preñez, con esto mejoras el proceso.

Panorama de la ganadería en producción de leche y de carne

Ambos sectores están mejorando, esto nos da lugar a que más productores intenten adquirir tecnificación, esto va a ayudar a pasar estos procesos de crisis de mejor manera. El impacto de producir pocos terneros en medio de una crisis es mucho mayor que producir más terneros cuando el precio es bajo, posiblemente salgas mejor parado en esa foto.

En tambo hay un cambio en el precio, se ha duplicado prácticamente lo que se venía cobrando años atrás. Esto generó que se vaya poniendo más tecnología tanto en alimentación como inseminación.

Si tuviera que hacer una evaluación a futuro diría que habría que hacerla a nivel regional más en Argentina que es un país tan diverso. Todo lo que es provincia de Buenos Aires tal vez un tambo con una escala de 250 vacas funcione y cuando nos vamos a zonas más industriales ese número quede chico.

En general un tambo que más o menos ve una rentabilidad buena tiene alrededor de 400 vacas en ordeñe.