Si bien aún es muy pronto para hacer un relevamiento sobre los daños producidos por el granizo en el norte entrerriano, en lo atinente a la actividad de la citricultura la preocupación se apoderó de los productores cuando comenzaron a recorrer sus quintas este martes, tras la caída del granizo y en varias oportunidades.
El fenómeno meteorológico alcanzó, con distintos eventos, a diferentes sectores rurales y urbanos.
“Día triste” dijo el productor y también referente de la Asociación de Citricultores de Chajarí, William Borgo, al ser consultado sobre las secuelas del granizo. En la oportunidad, compartió imágenes de los efectos en las plantaciones de San Roque y Colonia Ayman, en el Departamento Federación.
Por su parte, otro dirigente del sector, Pablo Molo, manifestó que es muy pronto para un diagnóstico, pero “el panorama es desolador”, disparó.
Dos mangas importantes de granizo afectaron particularmente a las colonias San Roque y Ayman. “En tamaño es histórico. No existió nunca tamaño tan grande como (el granizo) caído hoy a las 4 y a las 9”, comentó el presidente de la Asociación de Citricultores de Villa del Rosario, Marcos Dalmazo.
“Con mucha pérdida en fruta y muy castigada la planta, con peligro que afecte a la campaña 2025 también”, apuntó sobre las consecuencias del fenómeno que también causó estragos en la provincia de Córdoba y en el norte de Santa Fe.
En Villa del Rosario, no en esa magnitud, el granizo afectó a la zona de Santa Eloisa. Granizó “cuatro veces en el día, a las 4, a las 9, a las 13 y a las 16 horas. Las dos primeras en más cantidad y buen tamaño, similares a huevos de paloma y gallina. Más chicas que en San Roque, donde creo que bandeó el tamaño de una pelota de tenis”, graficó.
De acuerdo al tamaño y a la violencia con que se precipitó el granizo, son los daños que se aprecian.
En el caso de Villa del Rosario, los daños importantes “no se ven todavía, porque cuando es granizo chico golpea, machuca la fruta, pero no la rompe. En unos días empieza a caer y no termina sirviendo para comercializar que es para lo que nosotros producimos. El tema industria hay que ver si la reciben, porque es una fruta que en esas condiciones se descompone fácilmente”, explicó Dalmazo.
No obstante, aclaró que en San Roque y Colonia Ayman, “al productor lo liquidó” ya que en esas plantaciones la fruta fue muy golpeada.
“Hoy nos agarra con toda la campaña arriba”, apuntó el dirigente citrícola, repasando lo que implicó arrancar “con un año seco, marzo y abril con mucha lluvia, no se podía cosechar”.
Pasado mayo empezamos con un retroceso en los mercados, no había venta, no se consumía y quedó la fruta en la planta. La única esperanza que teníamos era en las últimas variedades del año y nos encontramos con esta catástrofe que al productor, lo que es en San Roque y Ayman, lo liquidó”, concluyó.
Fuente: El Once/ Agroreporte/Chajarí al Día
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