La Jornada de Intensificación Sustentable en Suelos Vertisoles que se llevó a cabo en el Establecimiento Los Robles, muy cerca de Maciá, convocó a más de un centenar de productores interesados en saber más del medio en el que generan riqueza.
“El balance es inmejorable. La asistencia superó las expectativas. Hay muchos pedidos para reeditar esta capacitación e intercambio de opiniones” dijo a Campo en Acción Víctor Veik, asesor privado y anfitrión del encuentro en el que incluso habló largo y tendido del manejo integrado de plagas.
El profesional se detuvo un tiempo en ponderar el rol del ingeniero agrónomo en la asistencia: “El profesional ayuda al productor, quién decide qué hacer en su empresa. El conocimiento es fundamental y los aportes vienen tanto del lado del productor que tiene la experiencia como de su asesor. Cuando trabajan juntos suceden grandes cosas”.
Carlos Toledo, por su parte, acudió a Los Robles para hablar con cuantos pudo del proyecto que lo tiene abocado desde hace algunos años: la instrumentación del Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano (PASE), una iniciativa destinada a promover e incentivar las Buenas Prácticas Agropecuarias.
“Hace 30 años el laboreo dominaba la escena productiva entrerriana, nuestras tierras eran sembradas con lino y sorgo y quién lograba 4.000 kilos de maíz hablaba de su buena cosecha” tiró el director de Agricultura de la provincia y remató: “Hoy en día el 98% de los lotes está en siembra directa, con la soja como cultivo dominante y el maíz creciendo de forma alentadora. Hoy el grueso del esquema es trigo, soja, maíz y sorgo”.
En ese escenario destacó la pronunciada brecha entre las prácticas deseables y las reales. Dijo que los productores ponen a sus lotes en posición para que les den el mejor resultado, pero subrayó que en gran medida no son dueños de los campos, trabajan en tierras de terceros y lo hacen condicionados por la falta de certezas. “Acá hay muchos contratos accidentales y esa situación limita las practicas sustentables, que se apoyan en aspectos productivos, económicos, sociales y ambientales”.
Por el andarivel de la cuestión técnica, Stefania Appelhans, de INTA, contó que “el fósforo es un nutriente esencial para el crecimiento de los cultivos, muy poco móvil y con entrada a través de los fertilizantes y residuos de otros cultivos y la salida es lo que se lleva cada planta”. Tras marcar la cancha disparó fuerte y al medio: “Los suelos vertisoles responden a la fertilización fosfatada, pero se impone analizar para medir las dosis. Los ensayos de larga duración que hacemos en INTA permiten ayudar al productor en la planificación. La probabilidad de respuesta se determina con el nivel de fósforo en el suelo”.
Su colega Leonardo Novelli contextualizó la producción de la Argentina en el mundo para destacar que las potencias como China y Estados Unidos sacan diferencia a su favor al utilizar gran cantidad de insumos con asistencia de subsidios estatales.
Tras cartón especificó que “tener rendimientos buenos con pocos insumos, como lo logramos en el país, implica que nos estamos comiendo la materia orgánica del suelo y aquí es donde se impone la producción sustentable”.
No dijo nada nuevo al aportar que los suelos más productivos son los molisoles y que los vertisoles son más aptos para ganadería; pero a todos quedó claro que la degradación avanza en gran medida por imperio de la extensión de la frontera agrícola. “La propuesta es intensificar con cultivos de cobertura o invernales, hay que planificar muy bien y aplicar más insumos que generan más beneficios” apuntó y precisó que “intensificar la secuencia es hacer un uso más intenso del suelo, lo que involucra incluir más cultivos en el año”.
Casi como un puzzle, la especialista en suelos Paola Eclesia encastró sus saberes con los de Novelli: “Los cultivos de servicio son claves en la intensificación de secuencia. Traen un montón de beneficios. A mayor intensificación, hay que incorporar más nutrientes. Al incluir un cultivo de servicio en vez de uno de grano, se incorpora todo al suelo, sin sacarle nada. Hay cuestiones finas de manejo, por lo que el productor debe estar atento y bien asesorado para sumar biomasa”.
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